Arianespace entra en una órbita crítica

Arianespace posee los mejores y más fiables cohetes -Ariane 4, Ariane 5- para poner satélites en órbita, pero la demanda no basta para garantizar la viabilidad de la empresa. En efecto, la crisis del sector de las telecomunicaciones hace que un mercado que oscilaba, durante los últimos cinco años, entre los 25 y 30 lanzamientos no supere ahora los 15, y a pesar de que para Arianespace han sido 10 de los 13 lanzamientos contratados en 2002, eso no es suficiente. 'Debiéramos aumentar nuestro porcentaje del mercado' declaraba a Le Monde Jean Yves Le Gall, director general de la empresa.

Pero eso es imposible porque en Europa apenas hay encargos institucionales, militares o de investigación. En Estados Unidos, con lanzadores menos potentes y seguros, los industriales del sector, es decir, tanto Boeing como Lookeed Martin o Loral, siguen trabajando sin demasiados problemas porque el 80% de los encargos proceden de la NASA o del Ministerio de Defensa. No es el caso de Astrium (filial de EADS y Bae Systems) o de Alcatel Space, que tienen como clientes en más de un 50% a grupos privados.

El mercado oscilaba en los últimos años entre los 25 y 30 lanzamientos y ahora apenas supera los 15 por la situación de las telecomunicaciones

Lanzador único

La esperanza francesa descansa en la nueva ley de programación militar -Chirac aumenta por primera vez en años el presupuesto del Ministerio de Defensa- y la de los europeos en general en el programa Galileo de radionavegación por satélite. Esas dos fuentes de encargos hacen que el futuro de Astrium y Alcatel Space no tenga como única alternativa la del cierre.

Para Arianespace, la táctica pasa según Le Gall por renunciar ahora 'a ofrecer una gama de lanzadores adaptados al cliente y optar, en cambio, por producir un lanzador único, reduciendo así los costes'. Si Ariane 4 sólo podía poner en órbita un máximo de entre seis y siete toneladas y no más allá de un satélite, Ariane 5 puede lanzar, en su actual configuración, hasta 10 toneladas y dos satélites que se convertirán en 12 toneladas antes de 2006, cuando esté a punto un motor con una doble puesta en marcha.