Seis etarras recién llegados de América fueron contratados este año por Olabe Distribución

La empresa francesa Olabe Distribución, reputada por el Ministerio del Interior como una 'tapadera financiera de ETA', tuvo en nómina durante este año a seis etarras de la reserva que acababan de dar el salto desde América a Francia, según han indicado fuentes de la investigación. Olabe, que sigue abierta en Hendaya, supuestamente facilitaba contratos de trabajo a los rescatados del refugio mexicano a fin de que éstos pudieran tramitar ante las autoridades francesas un permiso de residencia. Una vez logrado este objetivo, o seguían en nómina (los menos) o pasaban a estar en paradero desconocido.

Las investigaciones sobre la empresa Olabe Distribución siguen en manos de la Brigada de Delitos Financieros de la Policía Judicial francesa. De momento, los agentes no han hallado pruebas que impliquen a la firma de alimentación en una trama terrorista, lo que obligaría a trasladar el caso a la División Nacional Antiterrorista (DNAT).

La policía francesa está analizando las cuentas, en las que, según las fuentes consultadas, se han encontrado algunas irregularidades. Los investigadores están seguros de haber descubierto una doble contabilidad o caja B en la empresa, lo que llevaría a abrir un proceso a Olabe Distribución por delito fiscal.

Igualmente, están escudriñando los contratos de trabajo, los documentos relativos a la seguridad social y los distintos viajes que hizo a Perú, Estados Unidos (especialmente a Houston) o México Juan Antonio Zurutuza, Akuyu, director general de la firma y acusado en España de cinco asesinatos y dos secuestros.

No obstante, los datos más interesantes, según han asegurado fuentes de la lucha antiterrorista, se refieren a los nombres de las personas contratadas. Los investigadores aseguran que seis etarras fueron contratados por la empresa a lo largo de este año a fin de poder regularizar su situación de residencia en Francia. De lo que se sabe por ahora, las fuentes consultadas elevan a más de una veintena los supuestos etarras que han pasado por la empresa desde su revitalización, en 2000.

Los contratados

Ya se sabe que, además de Zurutuza, han estado en nómina de la empresa en los últimos años Miguel Piedehierro Esteban, Marcos Sagarzazu, Antonio Celaya Otano, Ricardo Pujana Alberdi y Francisco Lariki Dorronsoro, todos reclamados por la Audiencia Nacional por diferentes delitos de terrorismo en grado de pertenencia o colaboración con la organización armada. Los dos últimos citados llegaron a Francia procedentes de México el verano pasado, según fuentes de la lucha antiterrorista.

Celaya y Piedehierro llevan al menos desde 1998 en Francia, el primero residiendo en Hendaya y el segundo, en San Juan de Luz, localidades ambas del País Vasco francés. Celaya, uno de los dos detenidos que quedó en prisión tras el registro del pasado 18 de octubre, sigue viviendo en Francia a pesar de que el 14 de septiembre de 2001 se le comunicó que no se le iba a renovar el permiso de residencia y que disponía de un mes para abandonar el territorio del país vecino.

Los dos antedichos estaban en una lista de 17 supuestos miembros de ETA a los que el Ministerio del Interior francés decidió expulsar del territorio. El subprefecto de Bayona, dependiente de la Prefectura de Pau, argumentaba que la decisión de no renovarles el permiso se había adoptado 'por pertenecer a ETA y por razones de orden público' y subrayaba que los 17 eran 'muy conocidos' por la Unidad de Coordinación de Lucha contra el Terrorismo (UCLAT) de Pau.

La relación incluía 'personas para las que han prescrito, incluso, delitos terroristas de sangre' y otras que 'ya han cumplido pena en España'. La mayoría de los incluidos en la lista recurrió la decisión de las autoridades francesas. De hecho, Antonio Celaya Otano fue detenido durante la operación dentro de la empresa Olabe.

Las fuentes consultadas insisten en que Olabe Distribución tiene una estrecha relación con ETA, al igual que otras empresas radicadas en Francia. La policía ya elaboró en 1996 un censo en el que figuraban 170 empresas supuestamente integradas en el entramado financiero de ETA que se extendía por España, Francia, Colombia, Cuba, Panamá y Cabo Verde. La mayoría de esas empresas están dedicadas en Francia y, hasta el momento, prácticamente no se había podido llegar a ninguna de ellas. La operación de Olabe, según fuentes antiterroristas, obliga a la banda a abrir un nuevo frente de protección y seguridad y forzará la búsqueda de nuevas vías de repesca de reservistas y de blanqueo de dinero.