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Un sociólogo dice que la llegada de inmigrantes no resolverá el envejecimiento de la población

El catedrático Antonio Izquierdo desmonta tópicos sobre el fenómeno en unas jornadas

Tereixa Constenla

La inmigración no es una foto fija. El catedrático de Sociología de la Universidad de A Coruña, Antonio Izquierdo, criticó ayer la simplificación con la que se aborda el fenómeno al que definió como 'un movimiento de matices'. Izquierdo, que colabora con organismos internacionales, desgranó una serie de datos para romper los prejuicios o falsedades existentes sobre los extranjeros. En unas jornadas del Consejo Económico y Social en Sevilla, dijo que, a pesar de la aportación demográfica positiva, 'no nos van a resolver el envejecimiento de la población de ningún modo'.

Antonio Izquierdo se apoyó tanto en el análisis demográfico como en el del mercado de trabajo para tratar de desmontar algunas ideas erróneas sobre la inmigración, como la relativa a su formación educativa y profesional. Sólo el 17% de los inmigrantes establecidos en España entre los años 1997 y 2000 carecían de estudios. Este porcentaje es muy similar al de los españoles sin estudios. Un trabajo de Izquierdo mostraba que el grupo mayoritario de inmigrantes en 2000 eran profesionales, técnicos o comerciantes en sus países de origen.

El catedrático aseguró que ni el paro ni el hambre son las principales razones que empujan a los inmigrantes, igual que ocurrió 'con los españoles'. Y con cierta ironía añadió que seguirá primando la creencia de que huyen del hambre: 'Nuestros prejuicios son mucho más resistentes que la EPA'. La aportación de los inmigrantes a la economía, en su opinión, es positiva, pero se caracteriza por tener salarios algo inferiores a los españoles, trabajar más horas y tener contratos más precarios 'con la ventaja de que saben defenderse gracias a su cualificación'.

Mestizaje positivo

En el aspecto demográfico, destacó que la llegada de inmigrantes resulta también positiva por el 'mestizaje' y el 'matrimonio exogámico'. Entre los datos llamativos que facilitó el catedrático destacó el relativo a las tasas de nupcialidad que, además de duplicar la de los españoles, evidencian que el 90% de los matrimonios de inmigrantes son de carácter mixto.

Los extranjeros más endogámicos son los chinos, filipinos, polacos, irlandeses y alemanes. El comportamiento por sexos no es uniforme entre los españoles que se casan con extranjeros. Izquierdo explicó que los hombres se casan sobre todo con mujeres latinoamericanas, y las españolas con extranjeros comunitarios y marroquíes preferentemente.

Antonio Izquierdo se detuvo especialmente en el análisis de las tasas de fecundidad, una de las más esgrimidas para defender los aspectos positivos del fenómeno. El catedrático aseguró que se trata de una contribución demográfica positiva, pero 'no nos van a resolver el envejecimiento de la población de ningún modo'. Para que esto ocurriese, explicó que el flujo de entrada de inmigrantes tendría que ser 'enorme' y 'continuado', incluso en momentos de crisis económica. Y esto, subrayó, 'nadie lo desea'.

El sociólogo también citó algunos ejemplos sobre los efectos de las políticas del Gobierno en el fenómeno como el cambio en la composición. Hasta 1996 los marroquíes y los comunitarios eran los grupos mayoritarios y, a partir de entonces, se ha producido 'un reequilibrio' en favor de latinoamericanos y europeos de países del Este.

Durante la inauguración de las jornadas, el presidente andaluz, Manuel Chaves, se quejó del 'fallo' de los países europeos por 'ser incapaces de superar el déficit de cooperación con los países de origen'. A esto agregó los 'efectos negativos' producidos tras el 11-S por la 'criminalización' de los países árabes. Chaves, después de señalar que es un fenómeno 'irreversible' y 'necesario', enumeró cinco aspectos sobre los que debería sustentarse la ordenación migratoria: control de fronteras, convenios con países de origen, contratos laborales adecuados, lucha contra el dumping social y el reforzamiento de los servicios sociales en zonas de más presencia para evitar que 'puedan surgir incidentes que den lugar a actitudes xenófobas'.

Las jornadas monográficas sobre inmigración del Consejo Económico y Social (CES) concluyen hoy con dos mesas redondas. La primera, que abordará la educación intercultural, el racismo y la xenofobia, contará con la participación del Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, el mediador intercultural Omar El Hartiti y el presidente de Córdoba Acoge, Francisco García-Calabrés. La segunda permitirá contrastar las distintas políticas de integración que desarrollan los gobiernos autonómicos de Andalucía, Cataluña, Aragón y la Comunidad de Madrid.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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