Hacienda indaga en el supuesto fraude fiscal del Valencia
Puestos a admitir supuestos fraudes fiscales por parte de directivos y ex directivos del Valencia, la Agencia Tributaria ha decidido intervenir en Mestalla. Y pedir cuentas. Hacienda ha abierto una investigación de oficio en la que tratará de averiguar a dónde fueron a parar en 1997 unos 2,9 millones de euros de destino confuso. Según las cuentas del club, ese dinero fue a parar a un modesto club brasileño, el Ypiranga, por la opción de compra de tres jugadores que nunca llegarían a Mestalla (1,35 millones); y a un club uruguayo, el Central Español, por otra opción de compra sobre otro futbolista desconocido, Pablo Fortes (1,5 millones). Sin embargo, según admitió en septiembre el que fuera presidente del Valencia en esos momentos, Paco Roig, ese dinero tuvo otra más finalidad más obscura: los 1,35 millones del Ypiranga sirvieron para pagar encubiertamente una parte del salario de Romario, a través de un banco de Miami (esta versión fue confirmada después por el ex agente de futbolistas Josep Maria Minguella); y los 1,5 millones del club uruguayo recalaron en una comisión por el fichaje del centrocampista brasileño Marcelinho Carioca. Por eso Hacienda, que había cerrado en junio una acta al Valencia por la que le reclama 13,8 millones, reabre la investigación y ha llamado a declarar a Paco Roig, Pedro Cortés (ex presidente del club), Manuel Llorente (consejero delegado y ex gerente) y Vicente Andreu (consejero del área económica).
El club espera ahora dos posibles acciones de Hacienda: una nueva sanción económica a la entidad de Mestalla o, si se encuentra una derivación penal, una actuación contra los responsables de la sociedad en esos momentos. Roig, actual delegado de la selección española, responsabiliza de las operaciones a Llorente, que en 1997 era gerente de la entidad. Éste, en cambio, le achaca todas las maniobras a Roig.
Andreu entiende que la Agencia Tributaria enviará a uno sus agentes al banco de Miami donde supuestamente Romario recogió los 1,3 millones de su salario, para saber si realmente ése fue el final del dinero. El Valencia entiende que Roig pretende 'morir matando' y arrastrar en su caída a Llorente, verdadero factótum actual del Valencia.
El delito penal prescribe para Hacienda a los cinco años, transcurridos ya desde diciembre de 1997. Sin embargo, hay dudas al respecto puesto que la Agencia Tributaria ha investigado al Valencia en los dos últimos años.
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