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Reportaje:

La banca privada, en apuros

La caída de los mercados hunde los beneficios del sector, que gana entre el 24% y el 90% menos

Íñigo de Barrón

La fuerte caída de los mercados, que ya va para tres años, se ha llevado por delante las estrategias y previsiones de las principales entidades de banca privada en España. El último en salir del mercado ha sido Privanza, del BBVA, que realizará la banca privada desde la red comercial de oficinas. La caída de los ingresos por comisiones y del patrimonio gestionado hace tambalear las perspectivas de futuro. Los principales actores coinciden en que 2003 no mejorará el panorama y que algunos se pueden quedar en el camino.

El sector, que sufre por la caída de las comisiones y de la actividad, tiene el reto de sobrevivir con los mercados a la baja y centrarse en los clientes de alta renta

Hace poco más de dos años, en vísperas del inicio del tobogán bursátil, un nutrido número de grupos extranjeros compraron sociedades de bolsa y bancos privados a unos precios que hoy parecen irrepetibles. Fatal error. Desde entonces, el mercado no ha hecho más que caer, lo que ha devaluado estos activos.

Los grupos extranjeros llegaron atraídos por magníficas previsiones que auguraban un crecimiento rápido y prolongado de la banca privada en España. El número de clientes potenciales de estos servicios, en función de su patrimonio, se cifró en más de medio millón, con un patrimonio financiero de 240.000 millones de euros. De ellos, se creía, y todavía se sostiene, sólo el 20% están en manos de bancos privados.

Sin embargo, el mercado parece mucho más pequeño y difícil de ganar de lo que se pensó. El año 2000 no fue bueno; en el 2001 llegaron los primeros apuros, y el cierre de 2002 obligará a fuertes recortes de costes estructurales en más de una entidad, según directivos del sector. El problema no acabará este año, porque las previsiones para el próximo tampoco son buenas. Los despidos, que ya se han producido en Estados Unidos y Alemania, están a punto de llegar a España, según estas fuentes.

En menos de 15 días se han producido dos movimientos de calado en la banca privada. Primero, Morgan Stanley anunció la venta de 11 de sus oficinas y el replanteamiento de su negocio, intentando dirigirlo más hacia la banca privada -con patrimonios superiores a un millón de euros- que a la personal, que se entiende a partir de un patrimonio de 100.000 euros.

Crecimiento desordenado

Jorge Sanz, nuevo consejero delegado de Morgan Stanley, afirma que se han replanteado el negocio como nunca lo habían hecho antes. 'Era necesario este ajuste porque en poco más de tres años la plantilla se ha doblado, porque durante los años noventa se creció desordenadamente.' Sanz cree que el negocio remontará 'porque la riqueza personal seguirá creciendo y nosotros, tras este ajuste, esperamos elevar los ingresos un 10%'. Su optimismo se basa en que espera que en la segunda mitad de 2003 se recuperen los mercados.

La desaparición de la marca BBVA Privanza ha sido la segunda pero más sonada noticia en el sector. El escándalo de las cuentas secretas del BBV descubiertas en Jersey afectó irremediablemente a la reputación de la entidad. El BBVA ha aprovechado esta situación para integrar este negocio en la red de oficinas. Privanza contaba con 14 oficinas en España y 2 en Portugal, 240 empleados, 16.900 clientes y unos activos gestionados de 11.600 millones de euros. A partir de ahora, los clientes de banca privada serán atendidos en oficinas instaladas en pisos, mientras que los de menor patrimonio pasarán a la banca personal en sucursales.

Pero el BBVA no sólo ha realizado este giro por razones de prestigio. Privanza contaba con un 80% de clientes con patrimonios no muy elevados que no justificaban su estructura de gastos. Además, estaba perdiendo cuota de mercado.

A partir de ahora, el BBVA tratará a los clientes de alta renta, como SCH Gestión, que integra en la red de oficinas la banca privada y la personal. Según Mónica Garay, subdirectora general, en banca personal se agrupan los clientes con más de 175.000 euros y menos de un millón. A partir de esta cantidad, pasan a la banca privada. Según sus datos, entre las dos categorías cuentan con 75.000 clientes y gestionan 20.000 millones. A diferencia del BBVA, que dice que la segmentación de clientes está superada, Mónica Garay la defiende como herramienta de gestión de los particulares. A su juicio, trabajar desde dentro de la red 'facilita un acceso privilegiado a los clientes'. 'Además ahorramos dinero al compartir gastos con banca comercial'.

La competencia, en casa

En el más puro estilo del Santander Central Hispano, la competencia está en casa. Banif gestiona casi 20.000 millones de 64.000 clientes, lo que hace una media de 300.000 euros por particular. A pesar de que la cifra media no es muy elevada, Luis Moreno, director general, justifica la existencia de Banif dentro del SCH porque ofrece 'una gestión global que es la que debe dar un banco independiente'. Moreno no cree que la caída de Privanza cuestione el modelo de Banif. 'Nosotros sólo tenemos oficinas en pisos, no a pie de calle, lo que abarata los costes'.

Uno de los más veteranos en el sector es el Banco Urquijo, ahora en manos del grupo belga KBL. Siguiendo el ranking de SIM y SIMCAV (sociedades de inversión de capital variable), tiene el 5% de cuota de mercado. Según Rafael Grau, director general de banca comercial, cuentan con una división de banca personal -a partir de 90.00 euros- y de banca privada, -con más de 2,5 millones-. La entidad reconoce que está aprovechando la caída del mercado y resultados, un 50%, 'a ordenar la casa, y diseñar nuevos productos'.

Uno de los ejemplos de dedicación plena a la banca privada es el americano JP Morgan. Pablo Garnica, director general de banca privada, reconoce que 'si las condiciones de mercado no mejoran, el 2003 será un año duro, pero eso no nos hará replantearnos la estrategia'.

Las cajas también pelean por el negocio

Según algunos estudios del sector, las cajas de ahorro son verdaderas reservas de clientes de banca personal. En un principio, el sector tuvo una actitud pasiva cuando se lanzaron Privanza y Banif, hace más de una década. Casi por definición, la banca privada parecía un negocio ajeno a las cajas.

Sin embargo, ya no es así. Más de una docena de entidades de ahorro cuentan con departamentos especializados. El último movimiento en el sector lo han protagonizado Caixa Galicia, el Monte de Sevilla, Caixa Sabadell, Sa Nostra de Baleares, Caja Insular, la General de Canarias y Caja Extremadura, que utilizarán los servicios de Ahorro Corporación para ofrecer banca personal a sus clientes. El objetivo serán los clientes con más de 150.000 euros.

Caja Madrid cuenta con su filial Altae, que ha sufrido una fuerte caída de beneficios. Según la entidad, 'esta situación no hace que nos replanteemos nuestra estrategia. Sólo atendemos a la gama alta, clientes con más de 300.000 euros, y a medio plazo Altae será una inversión rentable'.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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