_
_
_
_
Desde el Pacífico
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Las narraciones que nacen y se propagan en la Red

HOY DÍA LOS BLOGS, los cuadernos de bitácoras en red publicados en la web, son del dominio público. Ya están muy por encima del medio millón. Cada 40 segundos se crea uno. Y hasta los grandes medios publican alguno (The Guardian, MSNBC). Para los individuos son un medio de expresión pública. Algunas empresas los utilizan para mantener a socios y clientes al corriente de sus actividades.

El fenómeno se sitúa en la línea de lo que constituye quizás la característica principal de la red: la comunicación. Es la base del éxito del correo y de la mensajería instantánea. De hecho, la revolución no radica tanto en el hecho de que pueda haber comunicación entre personas que se encuentran prácticamente en cualquier sitio del planeta, sino en que puedan comunicarse entre sí sin siquiera conocerse.

Los 'blogs' tienen la particularidad de que son como los diarios personales, pero públicos. Su virtud es la interactividad, los lectores hacen las veces de editores
Más información
BITÁCORA MSNBC::
BITÁCORA THE GUARDIAN::
BERKELEY::
BLOGGER.COM::
CURSO GRABOWICZ::
GILLMOR::
ROSEMBERG::
HOURIHAN::
BLOOD::

La particularidad de los blogs es que la comunicación es pública, lo que lleva a preguntarse si los bloggers son periodistas.

La primera gran diferencia, por lo menos para los periodistas, es la ausencia de una mirada externa antes de la publicación. Este punto fue discutido durante una conferencia en la escuela de periodismo de la universidad de Berkeley. No hay ni 'editor', en el sentido del término en inglés, ni secretario de redacción. Sin embargo, virtud de la interactividad, son los lectores quienes hacen las veces. 'Me envían correos para corregir los errores de ortografía' contó Meg Hourihan, fundadora de Blogger.com, un sitio y un programa para publicar estos cuadernos.

Las similitudes no son pocas. Para Paul Grabowicz, profesor en un curso sobre blogs: 'Como colectividad, los bloggers están haciendo algo muy parecido al reportaje'. Uno de los ejemplos es el de las narraciones individuales enviadas por los neoyorquinos después del 11 de septiembre.

Para Dan Gillmor del Mercury News, la forma le conviene a cronistas y editorialistas: 'Forman parte del proceso que desemboca en el periodismo. Se tiende demasiado a pensar solamente en el periodismo tal como lo practican los medios masivos de comunicación. Hay mucha más gente implicada en la generación de información de valor'. Insiste en que 'quienes nos leen, nos escuchan y nos ven, colectivamente conocen más que nosotros'.

El debate sobre la presumida identidad o las diferencias entre bloggers y periodistas sólo interesa a estos últimos. El fenómeno va mucho más allá. Por ejemplo, Steven Jonson, ex director de la desaparecida revista en red Feed, considera que los blogs se convierten en instrumentos esenciales: 'Lo que los hace interesantes es precisamente la forma en que no son periodismo La verdadera revolución no tiene que ver con el periodismo sino con el manejo de información'.

Scott Rosemberg, jefe de redacción de Salon.com, otro participante en la conferencia de Berkeley, considera que los blogs obedecen a una especie de economía del ego. Publicar lo que se piensa, y recibir comentarios, hacen que la persona 'se sienta bien'. Rebecca Blood, pionera del género, y autora de dos libros, insiste en la importancia que tiene el que su blog sea una proyección de sí misma, 'fruto de la reflexión y creíble'.

Así, los blogs aparecen como una de las formas de narración propias de Internet, tanto en su tecnología como en su estilo. Cuentan, con una buena dosis de narcisismo característico, la historia global y fragmentada del mundo de hoy. 'No importa lo que sean. Yo creo que son saludables', agrega Grabowicz.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_