25 policías de Barcelona, imputados por un desalojo 'okupa'

La magistrada María del Carmen Suárez, titular del Juzgado de Instrucción número 21 de Barcelona, ha citado a declarar como imputados a 25 policías que mantuvieron una batalla campal con un grupo de jóvenes de una casa okupa de esta ciudad después de haber desalojado un inmueble vecino. Los hechos ocurrieron en el barrio barcelonés de Gràcia, al pie del parque Güell, el 17 de julio de 2001 y finalizaron con la detención de 19 personas. Okupas y policía se cruzaron entonces denuncias mutuas en los juzgados. Los primeros estaban acusados de desórdenes públicos, atentado y daños, y a los agentes se les denunció por detención ilegal, lesiones y robo.

Hace unos días, la juez exculpó a 18 de los 19 detenidos por considerar que no existen pruebas contra ellos de que 'hubieran puesto barricadas, dañado contenedores, vehículos policiales o privados, edificios u oficinas bancarias ni agredido a agentes de la autoridad'. Añade la juez que 'lo único cierto es que se encontraban en el lugar de autos en el momento de producirse los altercados, lo que únicamente constituye una sospecha de su participación'.

Símbolo del movimiento

Sin embargo, la magistrada cita a declarar como imputados a los 25 policías que constan en el atestado, tal y como solicitaban los abogados de la acusación. El desalojo de Can Ñoki, un inmueble situado en los números 22-24 de la calle de Sant Josep de la Muntanya, se produjo sin incidentes, pero junto a ese edificio está la Kasa de la Muntanya, un símbolo del movimiento okupa en Barcelona, habitada por estos jóvenes desde 1989 y que había sido una casa cuartel de la Guardia Civil.

Los abogados aseguran que la policía entró en esa casa sin orden judicial y detuvo a algunos ocupantes por considerar que habían arrojado a los agentes todo tipo de objetos contundentes. La policía siempre defendió la legalidad de su actuación, pero la juez entiende que deben prestar declaración para aclarar su actuación en aquellos hechos.