Fomento envía un caza para comprobar en vuelo la avería de un Boeing 747 de Iberia
El avión comercial regresa a Barajas tres horas después por haber perdido caucho en una rueda
El vuelo 6403 de la compañía Iberia con destino a México DF que partió ayer de Barajas a las 12.34 tuvo que regresar al aeropuerto madrileño tres horas después tras comprobarse que una de las ruedas del tren de aterrizaje había perdido caucho durante el despegue. Un caza F-18 del Ejército con base en Torrejón de Ardoz (Madrid) enviado por el Ministerio de Fomento inspeccionó el aparato en pleno vuelo, un procedimiento inusual en este tipo de incidentes. El jumbo (Boeing 747) tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Barajas a las 15.46, que se produjo sin ningún problema.
En el parte de vuelo, que detalla las anormalidades registradas desde el despegue, el comandante redactó que durante el tiempo que duró el trayecto, así como en la carrera de despegue, 'en el avión no se ha notado nada anormal. El aterrizaje ha sido normal'. El comandante explica cómo fue el jefe de día de Iberia -el piloto responsable de todas las operaciones que realizaban en ese momento los aviones de la compañía- quien le ordenó regresar 'al encontrarse en la pista después del despegue restos de la banda de rodadura de una de las ruedas del tren [de aterrizaje] principal'.
El jumbo partió de Barajas a las 12.34. Tres cuartos de hora más tarde, cuando sobrevolaba Santiago de Compostela, el jefe de día comunicó al piloto que se había encontrado en la pista restos de goma que podían pertenecer a una de las 18 ruedas del tren de aterrizaje del avión. Según Iberia, los indicadores luminosos de la cabina confirmaron al comandante que una de las ruedas estaba dañada, por lo que se ordenó el regreso.
Cuando ya había comenzado el retorno, un avión de combate F-18 de la base aérea de Torrejón se situó en la parte inferior del avión para comprobar los daños en el tren de aterrizaje, según Iberia. Fuentes del Ministerio de Defensa aseguraron que el caza se encontró con el Boeing 747 cuando sobrevolaba Zamora, y desde allí lo acompañó hasta unos 15 kilómetros de Barajas. La presencia del caza inquietó a los pasajeros. Según fuentes de Iberia, varios de ellos preguntaron a la tripulación si era verdad que el problema era técnico. Una pasajera confirmó que algunos viajeros especularon con la posibilidad de un atentado. 'Algunos creyeron que podría tratarse de terrorismo', afirmó.
La pérdida de caucho de las ruedas de los aviones es frecuente, según Iberia. Si se sospecha que puede haber daños en el tren de aterrizaje en pleno vuelo, el procedimiento habitual es descender para que desde la torre de control y por medio de unos prismáticos, los técnicos puedan comprobar su estado. Es la primera vez que un avión de combate se emplea para comprobar posibles averías en una avión de esta compañía.
El jumbo aterrizó de emergencia en Barajas a las 15.46 tras haber vaciado sus depósitos de combustible. Los pasajeros no pudieron reemprender su viaje hasta las 19.30, aunque se había anunciado que partirían una hora antes. 'Más de 20 personas nos hemos quedado en Barajas', explicó Pilar Mejía, una de las pasajeras del 747, 'algunos por el susto y otros porque no querían llegar a México de madrugada'. Según fuentes de Iberia, fueron 59 las personas que no embarcaron por segunda vez.
Éste es el tercer avión que en las últimas tres semanas ha tenido que regresar a Barajas por problemas técnicos. El pasado 23 de septiembre un vuelo de Iberia con destino a Zúrich (Suiza) volvió al aeropuerto al descubrir que su tren de aterrizaje delantero no se plegaba. Hace tan sólo cinco días, otro aparato de Spanair que volaba a Barcelona regresó por un fallo en su equipo de navegación.
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