_
_
_
_
VISTO / OÍDO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El misterio de Chamartín

'Sé lo que tengo y lo sigo teniendo', dice Arriola después de ser desvalijado. Arriola, deben saber todos, es asesor personal del presidente Aznar; tiene un chalecito modesto y feo, pero clandestino, por Chamartín; y unos seres misteriosos pero agudos saltaron las alarmas, abrieron la caja de caudales con su clave como aquel que bien la sabe; se llevaron ordenadores, casetes, documentos, y el así asaltado dice que no importa, que lo que buscaban no estaba allí y 'lo sigue teniendo'. ¿Qué será? Lo culpable, lo pecaminoso, lo escandaloso, existe, y no debe de ser pornografía infantil. ¡Secretos de Aznar!

Qué regusto da saber que hay una segunda o tercera política más allá de las Cortes y de los micrófonos: secretos. El asunto es de novelas policiacas. Los sospechosos quedan más o menos definidos por el uso de la palabra 'Watergate', que fue la operación que en aquel día realizó precisamente el poder -Nixon- contra la oposición, y que ahora sería la oposición contra el poder. No sé por qué. Podrían ser unos vascos u otros; ciertos guardias civiles que no aceptan que no haya indultado a su general Galindo y cómplices del Cuerpo; antiguos o modernos miembros del servicio de investigación; el propio Aznar, sospechando que Arriola le engañase; algún candidato en busca del cuaderno azul; algún presidente de comunidad, o unos simples ladrones. Él dice que 'chapuceros', lo cual no parece justificado por sus conocimientos de claves y de alarmas; y que sin duda sabían lo que buscaban. Los discos duros se abren ya con cierta facilidad, y han de saber también sus passwords, de donde su torpeza no parece justa. Ah, ¿y si fuese el propio Arriola para poder después venderlos o hacer chantaje? Por Júpiter, que no tengo sospechas de nadie, sino de todos, excepto de mí mismo y de algunos amigos íntimos. Únicamente vitupero la política que se llama democrática que a lo largo de su vida ha asaltado tantas cajas de caudales o ha encerrado o asesinado a tantos testigos. Solamente sigo aquello que aprendí a leer en algunos idiomas, en el Rouletabille de Gaston Leroux o en el Sherlock de Conan Doyle, o el Padre Brown de Chesterton. Seguramente, al final se descubrirá que ha sido el mayordomo.

Veo la casita de burguesía pobre y antigua donde han sucedido los hechos, y difícilmente imagino un mayordomo. A no ser un servidor espiritual de un amo fuerte.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_