Turquía exige a la UE que fije una fecha para negociar su adhesión

Los países candidatos que el miércoles recibieron la invitacion de Bruselas para incorporarse a la UE en 2004 han reaccionado con prudencia, conscientes de que aún deberán superar importantes dificultades para alcanzar ese objetivo. Turquía, por el contrario, exige que los Quince rectifiquen a la Comisión Europea y fijen en la cumbre de Copenhague, que se celebrará en diciembre, una fecha para empezar a negociar la adhesión.

'Esperamos de la UE que se comporte con buen sentido en Copenhague y responda con determinación a la voluntad política demostrada por Turquía de integrarse en la Unión', declaró ayer el presidente turco, Ahmet Necdet Sezer, informa France Presse. Los líderes europeos se reunirán el 12 y 13 en Copenhague para certificar si han concluido o no las negociaciones con 10 de los países candidatos (todos menos Bulgaria y Rumania, aparte de Turquía) y decidir si fijan la fecha para empezar a negociar con Ankara, algo a lo que la Comisión se opone.

'El de la Comisión es un informe técnico, pero la decisión que se tome en Copenhague será política', dijo el líder turco. En su ayuda ha acudido Washington: 'Apoyamos las aspiraciones de Turquía de convertirse en un Estado de la UE', declaró ayer un portavoz del Departamento de Estado, que justificó sus palabras 'por el interés estratégico de EE UU'. El portavoz de la Comisión, Jonathan Faull, respondió que EE UU no es miembro de la Unión Europea y no participa en sus decisiones.

El malestar turco es mayor porque en la lista de elegidos está Chipre o, mejor dicho, la zona sur greco-chipriota en caso de no producirse un acuerdo para la reunificación. 'Me temo que la UE, con sus declaraciones y decisiones, está limitando la posibilidad de un acuerdo', señaló el ministro turco de Exteriores, Sukru Sina Gurel.

Grecia, Reino Unido y España apuestan por fijar esa fecha de inicio de negociaciones de adhesión.

Las reacciones fueron prudentes entre los 10 países elegidos, y coincidieron en aceptar las exigencias de la Comisión sobre los esfuerzos que aún deben realizar para estar realmente listos para la integración el 1 de enero de 2004.

Danuta Huebner, ministra polaca para Asuntos Europeos, dijo que los puntos negros recogidos por la Comisión (entre ellos la elevada corrupción) 'corresponden' con las preocupaciones del Gobierno de Polonia. Cyril Svoboda, ministro checo de Exteriores, considera las críticas 'objetivas'.

'Aún nos queda mucho por hacer hasta cerrar con éxito las negociaciones', comentó el ministro lituano de Exteriores, Antanas Valionis. Hasta los Gobiernos rumano y búlgaro se mostraron comprensivos con su eliminación y esperanzados en lograr la meta en 2007, informa France Presse.

En Bruselas, el canciller alemán Gerhard Schröder declaró, tras haberse entrevistado con el presidente de la Comisión, Romano Prodi, que la decisión de la Comisión ha sido 'justa y razonable' y que Alemania 'evidentemente la apoyará'. Similares reacciones se registraron en la mayoría de las capitales de los Quince.