Los sindicatos convocan a más de 230.000 trabajadores a las urnas en tres meses
En 15 meses se elegirá al 80% de la representación sindical en el País Valenciano
Más de 230.000 trabajadores valencianos, entorno a un tercio del total, serán llamados a las urnas en los próximos tres meses para elegir al grueso de sus delegados de personal. Los sindicatos habían presentado hasta el 27 de septiembre cerca de 1.193 preavisos electorales en los centros de trabajo de seis o más trabajadores del País Valenciano, según fuentes vinculadas al proceso. Habrá elecciones en las administraciones públicas -autonómica, local y central-, grandes superficies y centros comerciales. En 15 meses se elegirá al 82% de la representación sindical.
Los sindicatos habían presentado hasta el pasado 7 de octubre un total de 1.193 preavisos electorales en los centros de trabajo de seis o más trabajadores del País Valenciano. Hasta diciembre de este año acudirán a las urnas unos 230.583 trabajadores valencianos en un proceso electoral que se prolongará hasta finales de 2003, según fuentes vinculadas al proceso.
Desde 1996, las elecciones sindicales, que antes se celebraban cada cuatro años exactos, descentralizaron las fechas de celebración. Sin embargo, el proceso, conocido como de cómputo dinámico, sigue concentrándose en determinadas fechas y de octubre en adelante se concentrarán la mayoría de procesos.
Sólo en el último año -de abril de 2001 a abril de 2002- se han incorporado al censo electoral de los sindicatos unos 3.000 nuevos centros de trabajo y 57.000 nuevos trabajadores con derecho a voto. Los sindicatos CC OO y UGT suman el 82% de la representación sindical valenciana, seguidos del Sindicato Independiente, USO, CSIF, etcétera.
Entre otros, están convocados a las elecciones sindicales de aquí a finales de año los sectores de enseñanza y sanidad públicas, la Administración general, ayuntamientos como el de Valencia, las tres diputaciones provinciales o centros comerciales como Carrefour, Mercadona, El Corte Inglés o Telepizza, y empresas como Iberdrola, Unión Naval, Aguas de Valencia, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana o el arzobispado de Valencia.
Los resultados de las elecciones sindicales son necesarios, entre otras cuestiones, para arbitrar, fundamentalmente, el proceso de negociación colectiva de los convenios -para sentarse a la mesa de negociación se necesita acreditar un 10% de la representación-. También se calcula el reparto del usufructo del patrimonio sindical o la representación de estas organizaciones en los foros consultivos de las administraciones públicas -el Consejo Económico y Social o el consejo del Instituto Nacional de la Seguridad Socia, etcétera-. Los sindicatos ingresan unos 84 euros por delegado electo, lo que el año pasado supuso una asignación de 1,8 millones de euros aproximadamente, según fuentes sindicales.
CC OO saca una ligera ventaja
El proceso de cómputo dinámico ha pulverizado las ventajas duraderas de un sindicato sobre otro debido, entre otros factores, a las diferencias cada vez más estrechas entre el número de delegados de CC OO y UGT, las dos centrales mayoritarias.
Sin embargo, de los cerca de 32.000 delegados sindicales con el mandato en vigor, 13.250 pertenecían a fecha del 27 de septiembre pasado a CC OO y 13.000 a UGT, según fuentes vinculadas al proceso. El resto están ligados a otras organizaciones sindicales como el Sindicato Independiente, USO, CSIF o el STEPV, etcétera.
Por provincias, el sindicato liderado por Joan Sifre aventajaba en la citada fecha al de Rafael Recuenco en 568 delegados en Alicante. En Valencia, CC OO adelantaba a UGT por 531 delegados, mientras la UGT aventajaba a CC OO en la provincia de Castellón por 849 delegados.
La confederación de CC OO saca ventaja a la central ugetista en sectores como banca y servicios financieros, en construcción, madera y metal, en textil, piel y calzado, mientras que la Unión General de Trabajadores cuenta en el País Valenciano con una diferencia a su favor en sectores como el comercio y la hostelería, la Administración pública, el campo y, en general, en las empresas vinculadas al sector agroalimentario.
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