Vilajoana quiere que Sòria y Cáceres proyecten la biblioteca del Estado

El consejero de Cultura de la Generalitat de Cataluña, Jordi Vilajoana, expresó ayer su deseo de que Enric Sòria y Rafael Cáceres proyecten 'con gran rapidez' la biblioteca central urbana de Barcelona, aunque se ha decidido no construirla en el antiguo mercado del Born. A pesar de la voluntad de Vilajoana, un portavoz del Ministerio de Educación y Cultura, que financia la obra, aseguró que es necesario convocar un nuevo concurso de ideas.

Jordi Vilajoana realizó estas afirmaciones en la Feria Internacional del Libro de Francfort. El consejero dijo también estar de acuerdo en que la biblioteca se quede en el barrio de la Ribera, en alguno de los solares que circundan la estación de Francia. Ganadores del concurso de ideas para la construcción de la biblioteca central urbana en el mercado del Born, Sòria y Cáceres han tenido que preparar en los últimos meses un proyecto alternativo tras el hallazgo de los restos arqueológicos y el acuerdo institucional para su preservación. Una vez desestimado el recinto como sede de la biblioteca, las dudas se ciernen sobre si será posible que sean ellos mismos quienes asuman el nuevo proyecto. El portavoz ministerial afirmó que el trámite del concurso es preceptivo al tratarse de 'un proyecto nuevo y no una modificación'. Además, añadió, el Ayuntamiento de Barcelona todavía no ha comunicado al ministerio la decisión de cambiar el emplazamiento y trasladarlo a los aledaños de la estación de Francia. Está previsto que representantes de las instituciones se reúnan en breve.

La decisión de no albergar la biblioteca ha llenado de satisfacción a Turismo de Barcelona, que ayer presentó un informe elaborado por Artimetria (véase EL PAÍS de ayer) que demuestra el impacto que tendría el yacimiento como foco de atracción turística. Pere Duran, director de Turismo de Barcelona, pidio incluso que en el viejo mercado se instale una oficina de información turística. Jordi Portabella, concejal de Turismo, recordó que el turismo cultural es el que más gasta y señaló que el informe calcula en 106 euros al día el gasto que realiza este tipo de turista.