Castelldefels se sume en la polémica por los colectores mientras recupera la normalidad
El Ayuntamiento estudia formular una petición de declaración de zona catastrófica
Tras el caos provocado por las lluvias de primera hora, el Baix Llobregat pudo iniciar la reparación de los daños y realizar una primera evaluación, entrando de esta forma en la senda de la normalidad. El anuncio del Ayuntamiento sobre una eventual petición de declaración de zona catastrófica no acalló las críticas de los vecinos ni la polémica con la Generalitat por las graves carencias de las infraestructuras destinadas a contener el agua pluvial.
Las fuertes precipitaciones registradas a primera hora de la mañana se cebaron sobre todo en Gavà y Viladecans, provocando el desbordamiento de rieras e inundaciones en las zonas agrícolas. Más que ocasionar nuevos daños, en Castelldefels, la localidad más castigada en los últimos días, las lluvias dificultaron la labor de los equipos de emergencia que trabajaban para que todo volviera a la normalidad tras las graves inundaciones del miércoles.
El Ayuntamiento anunció que estudiará la declaración de zona catastrófica y los vecinos de la parte baja de Montemar -cuyas viviendas se han inundado en dos ocasiones en pocas semanas- reclamaron al consistorio la construcción de un colector provisional mientras no esté concluida la red prevista para recoger las aguas de la zona. 'Es algo que reclamamos desde hace muchos años y, visto lo que ha pasado con los dos últimos temporales, queremos que lo hagan de una vez', señaló una de las vecinas afectadas.
El alcalde accedió ayer a estudiar esta propuesta, así como la petición vecinal de que se establezca un plan de emergencia especial para la zona, y comprometió con los vecinos otras ayudas del Ayuntamiento, como hacerse cargo de la limpieza de la parte externa de los apartamentos. La limpieza del interior de las viviendas sólo la asumirá el consistorio en los casos en que los servicios sociales municipales determinen que la ayuda es necesaria.
El alcalde achacó a la Agencia Catalana del Agua (ACA) el retraso en el inicio de las obras del colector de Montemar, que posiblemente no estará construido hasta dentro de un año, e insistió en que los problemas de acumulación de agua en la parte baja del barrio se debían haber previsto y solucionado antes de 1991, cuando se construyó la autopista del Garraf, la C-32. Padilla lamentó, en este sentido, la actitud del consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Felip Puig, 'por buscar problemas en momentos como éste, cuando lo que hay que hacer es solucionarlos'. Puig afirmó de nuevo ayer que el Ayuntamiento de Castelldefels tiene parte de culpa por no tener acabados los colectores.
Una treintena de vecinos de la zona baja de Montemar, los que no consiguieron instalarse en casas de familiares y amigos, continuaban ayer alojados en el polideportivo municipal, a la espera de poder trasladarse a los pisos que les facilitará el consistorio mientras se realizan las obras de rehabilitación de sus viviendas. Tan grave fue la inundación en Montemar que tres familias de la zona se encontraban todavía ayer aisladas en sus casas desde el miércoles, sin que nadie hubiera podido rescatarlas.
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