Coches retenidos durante horas y cortes de metro y cercanías
Ningún medio de transporte escapó ayer al caos. La principales de vías de acceso a Barcelona sufrieron monumentales retenciones y cortes. Los problemas registraron especial intensidad en la entrada por la A-2, con retenciones intermitentes desde Molins de Rei hasta la entrada de la ciudad (con colas de 14 kilómetros), y en la C-58, desde Terrassa hasta Barcelona (10 kilómetros). La autovía de Castelldefels fue quizás la vía donde hubo problemas de mayor calado, con colas de hasta 22 kilómetros y automóviles inmovilizados durante horas. A mediodía, varios conductores protestaban airados frente a los micrófonos de la radio por haber tenido que permanecer en sus coches durante horas sin que nadie les informara de lo que estaba sucediendo muchos kilómetros más adelante.
Hartos de la espera, hubo conductores que optaron por volver atrás circulando en dirección contraria. 'Con precaución, eso sí', los disculparon. Algunos de los que se desfogaban ante el micrófono decían que habían tardado hasta seis horas para recorrer no más de 20 kilómetros. El Servicio Catalán del Tráfico recomendó ayer evitar durante el día de hoy la autovía de Castelldefels, porque cuando se retire el agua habrá que limpiar la calzada. Algunas carreteras del Maresme, al norte de Barcelona, y la autopista A-7 hacia La Jonquera registraron también problemas.
Esquinas sin semáforos
La circulación por las poblaciones del entorno de Barcelona y las calles de la propia ciudad resultó también afectada por la tormenta que, ocasionó, entre otros inconvenientes, problemas en el funcionamiento de los semáforos de 18 esquinas, lo que obligó a desplegar muchos agentes de la guardia urbana con el propósito de ordenar el tráfico.
Los problemas de inundación en el metro contribuyeron también a acrecentar la situación de agobio en la superficie. Todas las líneas del metro de Barcelona, excepto la cinco, resultaron afectadas en alguna medida por el temporal y durante la mañana se anularon cinco estaciones. En la línea cuatro, por la mañana, sólo había servicio entre Selva de Mar y Llucmajor; la circulación fue interrumpida entre las estaciones de Vía Julia y Trinitat Nova; en la línea uno se cerró el acceso a la estación de Just Oliveras por filtraciones de agua y en la línea dos el agua dejó inservible parte de la estación Artigues-Sant Adrià.
Tampoco Renfe pudo prestar servicio con regularidad, inundación de algunas vías y cortes en el suministro eléctrico. Un portavoz de Renfe informó, sobre las 10.30 horas, que la línea ferroviaria de cercanías C-1 estaba cortada en una largo tramo, concretamente desde Maçanet de la Selva a Arennys de Mar y añadió que las malas condiciones de las carreteras impidieron establecer un servicio alternativo en autobús. A la misma hora estaba también paralizada la circulación de trenes entre Castelldefels y Gavà.
