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Ibarretxe espera paliar con apoyo social la falta de respaldo político a su plan

El 'lehendakari' dice que lo que plantea es un 'pacto de convivencia'

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, confía en contrarrestar con el respaldo de organizaciones y colectivos sociales vascos la falta de apoyo que ha encontrado su proyecto de pacto de libre asociación de Euskadi en el Estado español en partidos cuyo concurso es imprescindible para que pueda desarrollarse: el PP y el PSOE, desde el ámbito constitucionalista, y Batasuna desde el nacionalismo.

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'Hay en este país una mayoría social inmensa que va a apoyar este camino', insiste Ibarretxe cuando se le solicitan precisiones sobre la viabilidad de su planteamiento para situar la relación de Euskadi con España en un plano de igualdad. Una propuesta que define como 'un camino abierto', pese a que los contenidos, procedimientos y plazos de su desarrollo están establecidos con gran detalle en su discurso del pasado 26 de septiembre en el Parlamento vasco.

El lehendakari tiene la esperanza de que la oposición inicial de populares, socialistas y Batasuna a entrar en el debate que propone se vea atemperada cuando comience a recibir 'importantes adhesiones' de organismos y agentes sociales del País Vasco, con los que va a realizar una intensa campaña de explicación. Así lo expresó el pasado viernes en una reunión mantenida con un grupo de periodistas políticos cuyo contenido fue embargado hasta hoy. [El responsable de comunicación de la Lehendakaritza desmintió que el embargo hasta el domingo de la parte publicable de la cita tuviera como objeto contrarrestar informativamente la presencia del presidente Aznar en el congreso del PP vasco].

Quiso precisar Ibarretxe, frente a lo que considera 'manipulaciones' de su propuesta, que lo que plantea no es un Estado libre asociado, sino un 'pacto de libre asociación'. Admite que el concepto quizá no esté bien elegido, pero evita una respuesta precisa cuando se le pide que ponga un ejemplo del ámbito internacional donde se da esa libre asociación. 'Mi propuesta está directamente relacionada con los intrumentos jurídicos que se están utilizando en la construcción europea', dice.

Sin embargo, cuando se le hace notar que la UE se basa en una asociación de Estados soberanos insiste en que no plantea la estatalidad, sino un 'pacto de convivencia' para por lo menos una generación. Ibarretxe puntualiza que los pactos 'parten de una posición de igualdad de las partes', en este caso Euskadi y el Estado español.

Tampoco quiere ahondar en los cambios legales que requeriría su plan -no sólo habría que reformar el Estatuto, sino varios preceptos de la Constitución, según prestigiosos juristas-, sino que apela al respeto de los procedimientos marcados en el Estatuto para su modificación e invoca el respeto de 'la voluntad de los vascos' para despejar las dudas sobre su necesario refrendo por las Cortes Generales.

El lehendakari recurre a su naturaleza optimista y la interlocución directa que asegura mantener con la sociedad vasca a través de 'los colectivos de este país' cuando se le objeta las dificultades políticas y ambientales para llevar su planteamiento. En cuanto a la necesidad de obtener mayoría absoluta en el Parlamento vasco (los tres partidos del Gobierno -PNV, EA e IU- sólo suman 36 de los 39 votos requeridos), manifiesta su 'esperanza' de que durante el debate social de la propuesta se modifiquen las posiciones de partida de algunas fuerzas. Y lo mismo cuando se le pregunta qué garantías tiene de que, con el rechazo de Batasuna y de ETA a una solución que parta del Estatuto, vaya a alcanzarse esa 'ausencia de violencia' que pone como condición para realizar la anunciada consulta popular en esta legislatura. 'Es mi deseo [la desaparición de ETA], aunque, desgraciadamente, no depende de mí'.

Ibarretxe rechaza que se considere su propuesta como un programa máximo del nacionalismo vasco -en ella, apenas la Defensa y las relaciones exteriores fuera de la UE quedarían como competencias del Estado- con el argumento de que un nacionalista no puede renunciar a la independencia. 'Es un pacto para convivir dentro del Estado español que parte de un concepto moderno de soberanía compartida y de una concepción plurinacional del Estado'.

El lehendakari comienza mañana con el sindicato nacionalista ELA y con CC OO los contactos con agentes sociales, partidos y organizaciones de todo tipo. Más adelante anuncia que saldrá fuera del País Vasco.

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