Panasonic anuncia el despido de 90 de sus 325 empleados en Celrà

Las maderas nobles y los grandes altavoces ya no venden. El plástico ha ganado la partida. Los bafles han reducido su tamaño y se han integrado a los equipos. Por esta razón, 90 operarios, administrativos y personal directivo de Matsushita Electric España, propietaria de Panasonic, perderán su puesto de trabajo en la planta que la multinacional japonesa posee en Celrà (Gironès). Panasonic se justificó ayer en las leyes del mercado para anunciar la eliminación de 90 de los 325 empleos fijos de su fábrica.

La decisión, efectiva en seis meses, fue interpretada por fuentes de CC OO en clave de 'una nueva deslocalización hacia el Sureste asiático y el Este de Europa'. De hecho, Panasonic aludió a la 'crisis de los últimos años' y a los rivales asiáticos.

Panasonic dejará de producir altavoces con cajas de madera noble para equipos de alta fidelidad y potenciará la producción de aspiradoras, el producto estrella de la factoría, muy arraigada en el municipio.

El comité de empresa sostiene que Panasonic de Celrà cerró el ejercicio de 2001 con beneficios, después de dos años con pérdidas de unos 9,62 millones de euros. El anuncio de despidos en Panasonic coincide con los estragos que la crisis textil causa en Girona. La fábrica de hilaturas Burés ha cerrado sus puertas esta semana dejando sin trabajo a 98 empleados, y Buretex intenta salir a flote.