Brote de gran cine palestino
La pequeña aventura de esta película palestina en su paso por el último Festival de Cannes explica de manera inmejorable algunas de sus cualidades y, sobre todo, lo que tiene de aventura insólita. Allí, Intervención divina llamó vivamente la atención desde su primera proyección, destinada a la prensa, y fue ganando día tras día resonancia de obra ganadora, hasta el punto de que el jurado, arrastrado con buen criterio por esta marea ambiental, tuvo que inventar un premio especial para ella y así dar acomodo al extraño y sorprendente filme de Elia Suleiman en una lista de premios para el que no había ningún apartado en que entrara sin forzamiento.
Está bien dirigida, pero con titubeos, por Suleiman; está bien escrita, pero con vacíos de construcción, por Suleiman; y está bien interpretada, pero por líneas de menor resistencia, por Suleiman y un reparto de actores en su mayor parte no profesionales. Pero detrás de estos titubeos, vacíos y no profesionalismos, hay en Intervención divina una poderosa evidencia de talento, el sello de la singularidad, la presencia de un estilo.
INTERVENCIÓN DIVINA
Dirección y guión: Elia Suleiman. Productor: Humbert Balsam. Fotografía: Marc-André Batigne. Intérpretes: Elia Suleiman, Manal Khader, Nayef Fahoum Daher. Género: drama, Francia-Palestina, 2002. Duración: 92 minutos.
Hay gravedad y hay humor en ella. Contiene aventura y expulsa ideas. Deja ver un fuerte sentido de la ficción y lo combina con capturas de trozos de realidad atrapados con garra documental. Habla de guerra y lo hace a través de la lógica de la paz. Propone aires de tragedia, pero resueltos en lenguaje de comedia e incluso de farsa. Deja ver, por tanto, complejidad, variedad, riqueza, brotes y más brotes de distinción e inteligencia. Asoma en su secuencia la espontaneidad del aprendiz, pero en algunos rincones se perciben rasgos magistrales e incluso huellas del colmillo retorcido de sofisticados maestros como Jacques Tati, cuya sombra es una referencia vivísima de la delicada acidez de este extraño y apasionante filme, obra de un sorprendente escritor-director-actor, que mueve y remueve asuntos espinosos y complejísimos con soltura y gracia casi inexplicables.
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