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Reportaje:

Los secretos del cura alcalde

IU acusa al regidor de Alájar de coaccionar a los vecinos porque fue sacerdote y conoce sus pecados

El alcalde de Alájar (Huelva), el socialista José Valdayo, conoce los pecados de todos los vecinos, las acciones más íntimas y secretas de cada ciudadano que pasea por las calles del pueblo. Santiago Rayo, portavoz de Izquierda Unida (IU) en el Ayuntamiento de Alájar, una hermosa localidad de 820 habitantes de la Sierra de Huelva, cargó ayer contra Valdayo tras una polémica surgida por la concesión a un vecino de un restaurante de propiedad municipal. El argumento de IU es que Valdayo, que fue el párroco de Alájar durante 20 años antes de llegar a primer edil, aprovecha los secretos de confesionario para chantajear y perpetuarse en el poder.

Rayo, acompañado por Antonio Marín, coordinador de Finanzas y diputado provincial, dijo textualmente: 'Valdayo fue durante muchos años el sacerdote de Alájar. Por lo cual, se da el caso de que un señor que ha sido el cura del pueblo, que confesó al pueblo, después, está siendo alcalde y manda en los mismos que ha confesado antes. Tiene un carácter marcadamente totalitario, es un ególatra, no se le puede discutir nada'.

Para el edil de IU, Valdayo es un pésimo alcalde, fue en su día un mal cura y, además, fracasó como maestro, la profesión de la que vivió tras dejar la Iglesia: 'Fue profesor de inglés en Alájar, pero este señor no sabe inglés, porque si sabe algo es latín' dijo. 'El alcalde llegó a la política', añadió Rayo, 'sin haber tenido ninguna militancia previa. Le cayó la breva encima. Cuando dejó de ser cura, el poder político le cayó del cielo'.

El portavoz de la ejecutiva provincial del PSOE onubense y secretario de Organización, Mario Jiménez, salió inmediatamente en defensa del alcalde de Alájar: 'Los dirigentes de IU, en su caída hacia las profundidades, no saben ya qué decir. Estoy indignado. Y triste. IU de Huelva ha agredido los derechos constitucionales de un ciudadano. Sólo faltaba que IU juzgue a los vecinos por sus creencias políticas o religiosas. Eso es una actitud decididamente fascista. Que retiren inmediatamente y públicamente lo que ha dicho'. Para Mario Jiménez, 'Valdayo es un magnífico político, que gana una elección tras otra'.

El alcalde aseguró que asiste a los ataques contra él con la indiferencia y la serenidad que otorgan los años: acaba de cumplir 68. Dijo que agradece el apoyo otorgado por la dirección del PSOE de Huelva y añadió: 'A estas alturas de la vida, me defiendo muy bien solo'.

La historia del alcalde del pequeño pueblo onubense es de amor. 'No estoy arrepentido ni reniego en absoluto de la religión católica. Me fui de sacerdote por amor. Vivía solo en una casa, sentía la soledad, que es una sensación amarga, y conocí a una mujer maravillosa. Si la Iglesia me hubiera permitido estar casado, yo seguiría siendo cura e impartiendo la comunión cada mañana', indicó.

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José Valdayo ejerció como sacerdote durante 25 años. Seis en Arroyo Molinos de León y el resto, en Alájar. En 1977 pidió al Vaticano que lo secularizara para contraer matrimonio. 'La Iglesia me concedió la dispensa. Entonces me matriculé en Magisterio. Un día, el PSOE se fijó en mí y me propusieron presentarme a las elecciones municipales como cabeza de cartel por Alájar. Lo único que hago es trabajar por este pueblo', afirmó.

El alcalde aseguró que los vecinos lo quieren. De ahí que haya conseguido mayoría absoluta desde que concurrió como candidato socialista en las elecciones municipales de 1995. La Corporación de Alájar está constituida por cinco concejales del PSOE, uno del PP y uno de IU. 'Yo no coacciono a nadie. El secreto de confesionario es para toda la vida. Consultaré con mi abogado y con mi partido y daré una respuesta fuerte al concejal de IU', explicó.

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