Bonifacio presenta en Bilbao 75 dibujos de la década de los ochenta
El grito pictórico del extraño universo del artista se mostrará hasta el 26 de octubre
El artista Bonifacio, una de las figuras del expresionismo gestual español, inauguró ayer en la galería Juan Manuel Lumbreras de Bilbao (Henao, 3) una muestra de 75 dibujos fechados, en su mayoría, en la década de los ochenta. El universo de formas casi humanas, casi animales, casi mecánicas del pintor donostiarra imprime en el dibujo toda la fuerza de su poderosa mano creadora. La exposición estará abierta hasta el próximo 26 de octubre.
'Esto de la pintura es como lo de los toreros: hay que tener buen juego de muñeca, depende mucho de la muñeca; de ahí salen las cosas'. Así se expresaba el propio Bonifacio en una entrevista publicada en EL PAÍS en agosto de 2001. Ahora, ese juego de muñeca que él, que también ha sido torero, domina se puede apreciar en cada uno de los 75 dibujos, de distinto formato, que se exponen desde ayer en la galería Juan Manuel Lumbreras de Bilbao.
Parco en palabras sobre su obra, dicharachero y franco con los amigos, reacio a la prensa, Bonifacio Alfonso Gómez (San Sebastián, 1933) es uno de los pintores españoles más destacados en la transición del surrealismo al expresionismo abstracto. Bohemio y desmesurado, sus dibujos muestran la misma fuerza expresiva, el mismo talento creativo que el resto de su obra. 'De muchos de estos dibujos salieron después los cuadros, pero también de algunos cuadros han salido dibujos', reconocía ayer, mientras se maravillaba de 'lo bien que quedan los dibujos enmarcados y colgados en la galería'.
Esos dibujos provienen de una carpeta arrinconada en su estudio de Madrid. El propio Bonifacio cuenta la anécdota entre risas. 'Vino un galerista de Bilbao y me dijo: te los compro todos. Y yo le contesté: ya vienes con bilbainadas, estarás de broma', explica. Pero aquel hombre no bromeaba y se los compró todos. Ahora, desde luego, valen más de lo que él pagó, pero a Bonifacio la parcela de negocio que tiene la pintura no le interesa. 'El artista debe desaparecer detrás de su obra', es uno de sus lemas. A él sólo le interesa 'pintar, dibujar'. 'No le he dado importancia a nada', afirma. Sin embargo, lo que sí ha hecho ha sido conservar otros muchos dibujos 'para mis hijas', según dice.
En su larga trayectoria profesional, Bonifacio ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas y su obra se encuentra en las principales pinacotecas. Además, por su faceta de grabador obtuvo en 1993 el Premio Nacional de Grabado. Y también es una pasionado de los toros y el flamenco, aunque reconoce que ahora se dedica más a lo segundo que a lo primero. 'Ahora que se ha ido José Tomás, los otros toreros no me interesan. No hay color ni sabor'.
Bonifacio no quiere ponerle etiquetas a su obra. 'No sé cual es el significado de estos dibujos. Cada uno que vea lo que quiera. Yo lo hago porque tengo ganas'. En la actualidad, Bonifacio se dedica a 'hacer collages' con trozos de sus propias obras. 'Eso hago, pegar papeles. Está el papel caro y hay que aprovecharlo. Me divierto', bromea.
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