Detenidos 7 jóvenes que grababan en vídeo sus agresiones a indigentes

La policía ha detenido en Barcelona a siete personas de entre 18 y 20 años acusadas de agredir a indigentes y realizar actos de gamberrismo que grababan con una cámara de vídeo doméstico. Los arrestados declararon ayer en el juzgado de guardia de la capital catalana acusados de un delito contra la integridad moral, daños, lesiones y desórdenes públicos. La fiscalía solicitó el ingreso en prisión para seis de los detenidos, pero finalmente el juez acordó el encarcelamiento de tres.

Las detenciones se realizaron el pasado fin de semana después de que un vecino alertase a la policía de que un grupo de personas estaba agrediendo a un indigente en la plaza de Maragall de Barcelona. Una dotación policial acudió a la zona y, gracias a la descripción del indigente, logró la detención de seis personas. La policía les intervino la cámara doméstica de vídeo y una cinta en la que aparecen grabadas las agresiones que efectuaron contra indigentes. El visionado permitió después la detención de una séptima persona. Fuentes policiales explicaron que la cámara es de calidad porque las imágenes son muy nítidas, pese a estar grabadas de noche muchas de ellas.

Las personas que anoche ingresaron en prisión son Josep Oriol Rosés Álvarez, Javier Orenes Peñalva, ambos de 19 años, y Jaume Muria Pla, de 20. Otras cuatro personas quedaron en libertad con cargos. Se trata de Núria E. S. y Daniel M. G., de 19 años, y Pablo Jacinto E. A. y Marcos A. F., de 20. Ninguno de ellos tiene antecedentes penales. Uno de los arrestados era estudiante de ingeniería, otro cursaba estudios de protésico dental y el resto eran bachilleres o trabajaban en profesiones manuales. Todos vivían en el barrio popular barcelonés de Nou Barris y tres presentaban estética skin.

Visionado de la cinta

En varios momentos de la cinta se aprecia a los detenidos consumiendo drogas en la calle o en el interior de sus domicilios, así como los efectos posteriores que les ocasionan. También se ve cómo se burlan de sus víctimas. La cinta fue visionada ayer varias veces en el juzgado de guardia de Barcelona y el juez la tuvo en cuenta como prueba de cargo para fundamentar su decisión de encarcelar a tres de los detenidos.

El magistrado razona en su resolución que a pesar de que esos tres jóvenes no tienen antecedentes penales, están arraigados en Barcelona y reconocieron los hechos 'sesgadamente' en sus declaraciones, no puede dejarlos en libertad de manera inmediata por el 'impacto psicológico' que tendría esa decisión en la sociedad en general, no sólo en las víctimas. Y eso, añade el magistrado, 'tributaría del sosiego y tranquilidad que se espera de un estado social, democrático y de derecho'.

Los 'tratos degradantes' que, según el juez, dieron los acusados a los mendigos constituyen 'no únicamente un menosprecio o vejamen a uno o varios seres humanos', sino también una 'una transgresión de la condición humana en la esfera del infranqueable claustro de la ética y la moral de la persona'.

Ese comportamiento de los detenidos, puntualiza el juez Josep Maria Miquel Porres, vulnera los artículos de la Constitución que reconocen la dignidad humana y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.