Una simple ecuación permite predecir el peso del niño al nacer
Una ecuación matemática basada en el historial médico de la madre y la edad de gestación resulta ser tan precisa como la ecografía para predecir el peso del bebé al nacer. Además de ser más barata y de requerir menos personal, la ecuación tiene la ventaja de que puede utilizarse cuando la ecografía no permite ver bien el feto, según un estudio. Especialmente útil puede ser esta fórmula para los países pobres o con escasa infraestructura sanitaria.
La ecuación predice antes que las ecografías el peso del feto en el nacimiento, ofreciendo a los médicos más flexibilidad en la vigilancia de la macrosomía (niños con un peso superior a 4.000 gramos). El tamaño excesivo del feto puede causar fracturas óseas y lesiones nerviosas a los bebés durante el parto. 'La ecografía es la técnica más habitual para predecir el peso al nacer, pero es una prueba complicada, que exige un personal específico, y puede dar una falsa sensación de seguridad en lo que al tamaño del feto se refiere', afirma Gerard Nahum, principal autor del estudio y profesor del departamento de obstetricia y ginecología de la Clínica Universitaria de la Universidad de Duke (EE UU).
Seis variables
El estudio, publicado en el Journal of Reproductive Medicine de septiembre, examinó a 244 mujeres no hipertensas ni diabéticas con embarazos simples y llevados a término. Del estudio se excluyó a las mujeres con parto prematuro, a las que habían fumado durante el embarazo o a las que padecían complicaciones.
Las características utilizadas para calcular el peso fetal al nacer incluían la edad de gestación en el momento del parto, la altura y el peso de la madre, el ritmo de aumento de peso durante el tercer trimestre, el número de hijos anteriores y el sexo del feto. Con estas seis variables, los investigadores podían predecir el peso al nacer con un error de más o menos el 8,1%. La precisión de las ecografías es menor.
Según Nahum, la ecuación se puede utilizar también tres meses antes del parto, lo cual ayuda a detectar los fetos excesivamente grandes en una fase menos avanzada del embarazo, ofreciendo a la madre y al médico más tiempo para decidir si la inducción del parto es la elección más segura.
Sin embargo, la ecuación tiene sus limitaciones. Depende de que la edad de gestación sea correcta, lo cual debe calcularse utilizando una fecha precisa del último periodo menstrual, o un sonograma precoz de fechación. Además, la validez de la ecuación sólo se ha comprobado para bebés nacidos entre las 37 y las 42 semanas de gestación. Tampoco considera variables como la raza o si la madre fuma.
'Esta ecuación es un primer paso válido para desarrollar una forma más sencilla, precisa y barata de calcular mucho antes del parto el peso que tendrá el feto al nacer', señala Nahum.
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