El puente fantasma

Tengo el recorte de un periódico de Valencia del 26 de febrero de 2000 en el que se ve un precioso puente de 93 metros de altura, proyectado por el genial valenciano Santiago Calatrava y que se preveía instalar entre el Museo del Príncipe Felipe y el Parque Oceanográfico, cuyo diseño iba a ser único en el mundo, con un singular arco por el que discurriría un ascensor panorámico, hasta un original restaurante en lo alto del Mirador, con unas vistas impresionantes.

El presupuesto inicial del puente era de 3.000 millones de pesetas. Rita Barberá aprobó el boceto, pero le dijo a Calatrava que redujera el importe a la mitad. Y eso significaría que desaparecería el restaurante y se acortaría la altura y el vano del puente, sobre el río. O sea, que se quedaría en un puente vulgar y que no estaría en consonancia con el resto del fabuloso complejo de la Ciudad de las Artes.

El artículo comentaba que los promotores de la avenida de Francia, como carga urbanística, sólo querían aportar 700 millones, cifra que parece ridícula si se analiza que se van a construir miles de viviendas, oficinas y locales comerciales. Por otro lado, habría que involucrar a las empresas para que hicieran aportaciones en su justa proporción. Y negociar su aportación con las cadenas de hoteles que están proliferando a consecuencia del boom turístico que ha propiciado en gran parte la Ciudad de las Artes.

Después de las decenas de millones que se están gastando en el Palacio de las Artes, en las bienales y en tantas cosas innecesarias, el puente sería el complemento ideal de todo el conjunto. Y además hace falta ya, para dar fluidez a una zona saturada de tráfico y necesitada de comunicación entre ambas orillas del río. Han pasado ya más de dos años y medio desde el anuncio al principio indicado y nunca más se ha oído ni escrito de este puente fantasma, y eso que Calatrava le dijo a Rita Barberá que le haría otro presupuesto para marzo del 2001. Y lo que creo es que Calatrava no lo ha presentado aún porque considera ridículo que se reduzca a la mitad su extraordinario puente. Y coincido con él en que se debe hacer el proyecto inicial en beneficio de Valencia.