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La Haya acusa a Milosevic del plan para aniquilar a 7.000 musulmanes

El tribunal inicia el juicio por genocidio en Croacia y Bosnia

El ex presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, afronta la acusación de genocidio ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) en la segunda parte del juicio por los crímenes cometidos en Bosnia y Croacia. La acusación y la defensa, en este caso el propio Milosevic, afinaron ayer sus argumentos ante los jueces del TPIY en la sesión de apertura de la segunda parte del proceso seguido contra el ex líder serbio.

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Se acusa a Milosevic de crímenes de guerra y contra la humanidad, además de genocidio, cometidos en Croacia (1991-1995) y Bosnia (1992-1995). Mientras Geoffrey Nice, fiscal ayudante, se comprometía a demostrar que Milosevic perteneció a 'una organización delictiva destinada a crear un gran Estado serbio libre de otras etnias', el acusado mantuvo que todas las partes, serbios, musulmanes y croatas, son culpables de las atrocidades que se le imputan.

Tras haberse empleado a fondo durante los últimos siete meses, para probar la responsabilidad de Milosevic en los crímenes contra la humanidad cometidos en Kosovo (1998-1999), la acusación no se anduvo ayer con rodeos. El expediente de Bosnia incluye el cargo de genocidio, el más grave de todos, y Nice calificó a Milosevic de 'principal implicado, si bien no el único, en un plan que condujo a la aniquilación de 7.000 musulmanes en Srebrenica (al noreste de Bosnia) en 1995'. Utilizando una sombría metáfora, el fiscal añadió que los detalles de la estrategia que debía asegurar la desaparición de los no serbios, 'se amontonan a los pies del procesado'.

Con renovadas energías tras las dos semanas de receso ordenadas por el propio tribunal para no agravar sus problemas cardiovasculares, Milosevic repelió la andanada con un argumento no escuchado hasta ahora: 'Claro que hubo crímenes de guerra, pero fueron cometidos por serbios, musulmanes y croatas. No respondieron a una política deliberada de destrucción'. Belgrado, añadió, no creó clima de guerra alguno. 'Todo lo que hicieron los serbios fue ayudarse unos a otros para defender la tierra donde habían vivido durante siglos. Y yo puse todo lo que pude de mi parte para favorecer la paz', remachó Milosevic.

Con el apoyo, como siempre, de recortes de prensa y vídeos, Milosevic contestó a las alegaciones de haber animado a las fuerzas serbias a cometer atrocidades como las del sitio de Vukovar o el bombardeo de Dubrovnik, presentando una filmación sobre los 'verdaderos orígenes de esta guerra'. Según el, 'la creación de un estado croata marioneta por parte de los nazis' y el apresurado reconocimiento internacional de Bosnia y Croacia, precipitó las hostilidades en su país. 'Lo que ocurre es que el estruendo de los medios de comunicación en contra nuestra ha ocultado hasta ahora la verdad. Y este tribunal, que sigo sin reconocer, es parte de esta mentira'.

Cerca de 200.000 personas murieron en la guerra de Bosnia, concluida en 1995, tras tres años y medio de combates. En Croacia perecieron 25.000 personas y en Kosovo otras 10.000. Una catástrofe desconocida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Uno de los muchos casos incluidos en el sumario de Bosnia resume la miseria de la guerra elevada a la categoría de exterminio sistemático o genocidio, a que fue sometida la población. Se refiere a Dzenana Sokolovic, una mujer de 31 años que fue alcanzada por las balas de un francotirador cuando paseaba por Sarajevo con su hijo, Nermin, de siete años. El proyectil atravesó el cuerpo de la madre e hirió de muerte al muchacho en la cabeza.

Al principio de la jornada y antes de que las cifras de víctimas llenaran la sala del tribunal, un grupo de manifestantes se había reunido ante sus puertas pidiendo la detención del líder serbio de Bosnia, Radovan Karadzic. Reclamado por los jueces por genocidio, Karadzic y su jefe militar, el general Ratko Mladic, están en rebeldía y no piensan entregarse. Una situación denunciada por la propia fiscal jefe, Carla del Ponte, que criticó ayer abiertamente a las autoridades de Belgrado por no cooperar en la extradición de imputados. 'La República Federal de Yugoslavia obstruye la búsqueda de la verdad. No creo que Belgrado anime a los testigos a venir a declarar. Sólo le pido que les autorice a viajar a cambio de no acusarlos de violación de secretos militares o de Estado', dijo la fiscal, en una breve intervención.

Del Ponte y sus colaboradores piensan llamar a 177 testigos (71 para Croacia y 106 para Bosnia) , hasta mayo de 2003, fecha en que debe concluir sus calificaciones. Milosevic podrá llamar a partir de entonces a sus testigos e iniciar su defensa propiamente dicha.

Una mujer bosnia llora ante el TPIY en La Haya y acusa a los asesinos. PLANO ENTERO - ESCENA
Una mujer bosnia llora ante el TPIY en La Haya y acusa a los asesinos. PLANO ENTERO - ESCENAREUTERS

El acusado y EL PAÍS

Acostumbrado a citar a la prensa de Estados Unidos, en especial a los rotativos The New York Times y The Washington Post, para demostrar que Serbia fue víctima de los abusos de la OTAN, Milosevic abundó ayer en esta tesis, que apoyó citando a EL PAÍS. El artículo elegido para la ocasión fue una entrevista con lord Owen, ex negociador de la Unión Europea en la antigua Yugoslavia, publicada el 12 de noviembre de 1995 en este periódico. En dicha entrevista, el antiguo ministro de Exteriores británico aseguró que sentía 'profundo respeto por EE UU, pero, en los últimos años, la diplomacia de este país es responsable de la prolongación de la guerra en Bosnia'. Milosevic leyó estas líneas con cuidado y también las siguientes, en las que Owen añadía: 'Si Washington hubiera apoyado el plan de paz en 1993, podría haberse evitado un gran número de muertes. No es una opinión. Es un hecho que quiero resaltar', concluía el mediador europeo.

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