Pruebas contra Irak
El documento hecho público por Downing Street no tiene ninguna bala de plata para convencer a todo el país de que haya que enfrentarse con Irak. (...) Muchos de los oponentes que tiene (...) Blair en este asunto sólo aceptarían su posición en el caso de que el presidente Sadam Husein hubiera escrito de su puño y letra un documento describiendo sus planes para utilizar armas biológicas, químicas y nucleares. Y aun entonces, algunos insistirían en que fue la Casa Blanca quien llevó a Irak a comportarse de forma tan irracional. Sin embargo, ese documento de Tony Blair le ha dado al Gobierno más munición, porque explica de forma creíble que Irak ha intensificado sus actividades ilegales en los últimos cuatro años, un importante elemento no señalado en otros informes. (...) Un documento de esta naturaleza tiene sus limitaciones (...) porque las mejores fuentes de los servicios secretos son las que han de permanecer en secreto, (...) pero después de todo el ruido que se oía por Westminster, Tony Blair consiguió un consenso considerable en el apoyo de su estrategia. (...) El esfuerzo conjunto de EE UU y Reino Unido pocas veces ha sido tan importante como ahora. La parte más impresionante del discurso de Blair fue su apasionada defensa de mantener una cerrada cooperación con un presidente de EE UU de un perfil ideológico diferente. Con las relaciones germano-estadounidenses envenenadas, Blair carga con la responsabilidad de persuadir a todos los americanos de que Europa entera no es hostil con ellos. Lo está haciendo con habilidad, pero tiene mucha tarea por delante.
Londres, 25 de septiembre
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