La exportación valenciana de muebles bajó en ocho de los diez primeros destinos en el primer semestre

Ocho de los diez principales mercados del mueble valenciano redujeron sus compras durante los seis primeros meses de este año, según los datos facilitados ayer por la Asociación Nacional de Industriales y Exportadores del Mueble (Anieme). En conjunto, estos diez principales clientes compraron muebles a la Comunidad Valenciana por valor de 156,8 millones de euros de un total de algo más de 223,6 millones exportados en el primer semestre de este ejercicio.

El descenso exportador osciló entre el 6,8% de Rusia y el 33,5% del Reino Unido. Por el contrario, las ventas a Italia crecieron un 16,5% y Arabia Suadí incrementó sus compras en un 3,1%. Los datos de Anieme indican que las ventas a Francia, el principal cliente del mueble valenciano, descendieron un 11,6% (un punto por encima del descenso registrado a este país en el conjunto de España). La reducción de las exportaciones al país galo, además, contrasta con el aumento del 3% en las compras de este mercado durante el año 2001. Otro de los descensos significativos se produjo en el mercado portugués, donde las exportaciones bajaron un 23,1% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Anieme también ofreció los datos de exportación de algunos subsectores. Las ventas valencianas al exterior de muebles de cocina crecieron un 206,9% y un 7,4% en el caso del mobiliario de baño, mientras que las de oficina descendieron un 23,6%.

Los responsables del sector calificaron ayer de 'adverso' el año, enmarcado en una coyuntura internacional de recesión. En una rueda de prensa sobre la situación del sector, organizada en el marco de la Feria Internacional del Mueble (FIM), el director de promoción de bienes de consumo del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex), Joaquín Giner, defendió la conveniencia de buscar nuevos mercados en países terceros.

Policía ambiental

También ayer, Enrique Pérez Tortosa, empresario del sector y presidente de FIM, defendió la creación de una policía ambiental. Pérez Tortosa argumentó la necesidad de que se realice una 'inspección muy continuada' que garantice el cumplimiento de la legislación sobre medio ambiente. El empresario estimó que a más de la mitad de las empresas del sector del mueble 'no les gusta hablar' de este tipo de medidas, cuya implantación supone un alto coste.

Pérez Tortosa realizó estas declaraciones en la presentación del Plan Nacional de Formación Mediambiental, en la que también participó Carmen Martorell, secretaria general del Ministerio de Medio Ambiente. Martorell, recordó que el pasado mes de julio se aprobó la ley medioambiental, a la que deberán adaptarse las empresas antes de 2007, fecha en la que se cerrarán las que no la cumplan.

El plan presentado ayer, fruto de la colaboracón de Confemadera y de la Fundación Biodiversidad, cuenta con un presupuesto de 700.000 euros y se traducirá en los próximos tres meses en 72 cursos para algo más de mil trabajadores y directivos de firmas de este sector en España. El secretario general de Confemadera, Francisco Pons, explicó la intención del plan de incrementar la conciencia medioambiental de las pymes del sector y subrayó la necesidad de 'homogeneizar' a nivel nacional el coste de fabricación derivado de la apliación de las normas mediambientales.

Por otro lado, las ferias del mueble (FIM), iluminación (Fiam) y Deco-Cevider incrementaron el primer día en un 11% su cifra de visitantes hasta los 11.485.