Rusia no se opone a una nueva resolución que endurezca las condiciones a Bagdad

Rusia no se opone a una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que endurezca las condiciones impuestas a Irak. El ministro ruso de Defensa, Serguéi Ivanov, quiso 'matizar y aclarar' ayer en Madrid, donde se reunió con su colega español, Federico Trillo-Figueroa, la posición de Moscú ante la pretensión de EE UU de imponer un ultimátum a Sadam Husein. Ivanov dijo que no hay sobre la mesa del Consejo de Seguridad ninguna propuesta de resolución y que, por tanto, 'no se puede estar en contra de algo que no existe'. Pese a lo que Moscú había sugerido, se mostró abierto a discutir un endurecimiento de las exigencias al régimen iraquí, pero agregó que ello no debería retrasar el regreso de los inspectores. 'Un aspecto no excluye el otro', dijo, 'los inspectores deben trabajar en Irak mientras los diplomáticos lo hacen en Nueva York'.

Ivanov, cuidadoso de no molestar a la Administración Bush, no quiso valorar su nueva doctrina estratégica, alegando que aún no ha podido leerla.

Más preocupado se mostró por la situación de la ex república soviética de Georgia, a la que Moscú acusa de dar refugio a terroristas chechenos. El ministro ruso rechazó la oferta del presidente georgiano, Edvard Shevardnadze, de enviar observadores al desfiladero de Pankisi, ya que, según dijo, los guerrilleros lo han abandonado tras un acuerdo con las autoridades georgianas.