El BBVA celebra su primera reunión tras la crisis de las cuentas secretas

Moral a la tropa. El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) quiere pasar página a un año marcado por el escándalo de las cuentas secretas del BBV en paraísos fiscales, la dimisión de todos los consejeros procedentes de esta entidad y la crisis latinoamericana. Para lograrlo, Francisco González, presidente del BBVA, y José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado, reunirán a los 230 principales ejecutivos el 10 y 11 de octubre en Sevilla.

La reunión, que se suspendió en febrero por su proximidad con el escándalo de las cuentas secretas en Jersey, tiene el objetivo de evaluar la marcha del banco y las perspectivas para 2003. Pero, inevitablemente, está marcada por la difícil situación actual provocada 'por la desaceleración económica, la crisis de Latinoamerica y el derrumbre de los mercados'. El BBVA cuenta, por esos motivos, con España y México como motores principales para tirar de la entidad. Las ventajas que, a juicio de los responsables de la entidad, tiene en ambas partes 'obligan a explotarlas' frenta a los competidores.

La cita, al margen de motivar a los directivos, no seguirá el guión de otros años, donde el triunfalismo era la nota principal. Los tiempos han cambiado y la expansión del grupo se ha acabado. Los crecimientos del beneficio a ritmos del 20% o del 25% hoy son impensables. Además, la evolución bursátil no invita a ninguna alegría.

La cotización de la acción del BBVA está cercana a los ocho euros, un precio que está muy lejos de los buenos tiempos y, sobre todo, del valor fijado para las stock options (opciones sobre acciones), que es de 16 euros, justo el doble de lo que ayer valía el título del segundo mayor banco de España.

La reunión de Sevilla servirá también para que el tandem González-Goirigolzarri impriman su sello a la etapa del BBVA que se inició hace casi un año, cuando el anterior copresidente, Emilio Ybarra, y el consejero delegado, Pedro Luis Uriarte, abandonaron. Estas dimisiones fueron seguidas, meses después, por todos los consejeros que procedían del antiguo BBV, quienes se vieron involucrados en el escándalo de las cuentas secretas en el paraíso fiscal de Jersey. Este caso está en proceso de instrucción en la Audiencia Nacional. Cuando finalice éste, el banco tiene previsto lanzar para lavar su imagen.