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El CES destaca que 7 de las 10 provincias españolas con más economía sumergida son andaluzas

Las actividades sin declarar suponen el 21,7% del Producto Interior Bruto regional

Sevilla, Granada, Huelva y Cádiz son las cuatro provincias españolas en las que más peso tiene la economía sumergida. En la lista de las diez primeras de España figuran también Córdoba, Jaén y Málaga; sólo Almería, en el decimosexto puesto, se sale de la tónica general andaluza, una de las más proclives a la ocultación de actividades, según señala un estudio del Consejo Económico y Social de Andalucía que se hizo público ayer en Córdoba. Durante la última década, indica el informe, la economía sumergida supuso el 21,7% del Producto Interior Bruto (PIB) regional.

El peso de la economía sumergida en el PIB andaluz está tres puntos por encima de la media del conjunto de España, que es del 18,45%. Los autores del documento (investigadores de la Universidad de Sevilla y la Pablo de Olavide, bajo la dirección del economista Francisco Ferraro) establecen que, a mayor prosperidad, menos economía sumergida.

El ejemplo más claro de esta correlación pobreza-fraude es el de Granada, que ocupa el segundo lugar en la tabla de provincias más afectadas por este fenómeno de ocultación, y el penúltimo (en concreto, el 45 sobre un total de 46) en la lista del PIB per cápita (que podría traducirse como riqueza por habitante). De hecho, las siete provincias andaluzas en las que la economía sumergida tiene más importancia copan los últimos lugares de la mencionada lista, siempre del 35 en adelante.

Los investigadores aseguran que las actividades en las que el grado de ocultación es mayor suelen desarrollarse en empresas pequeñas, con personal escasamente cualificado que se dedica a tareas de baja complejidad tecnológica. 'Éstas', advierte el informe, 'son características habituales de la estructura productiva regional'; ello explica, a juicio de los redactores, el mayor peso de la economía sumergida en Andalucía.

Así, las actividades más comúnmente asociadas a este fenómeno, y las que más empleo irregular generan, son el servicio doméstico, el alquiler de viviendas y locales, la agricultura, la ganadería, la pesca, la confección en serie, la construcción y la reparación de vehículos.

En cuanto a la distribución geográfica, las zonas en las que los expertos han localizado una mayor incidencia de la economía sumergida son la capital sevillana y Marchena. Los sectores más afectados son el agrícola, el textil y la construcción.

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En Granada el problema se centra en la hostelería, la construcción y el textil de los municipios costeros, Baza y la capital. En la provincia de Huelva, resulta más común en Lepe, Valverde del Camino, Punta Umbría e Isla Cristina, y afecta a la agricultura, la pesca, la construcción, la hostelería, el cuero y el calzado. En Cádiz, Ubrique y, de nuevo los municipios del litoral, son los más afectados; por sectores, la construcción, la pesca, la madera, los muebles y el cuero y el calzado.

En Córdoba. el fenómeno tiene un peso especial en Lucena, Puente Genil y Priego de Córdoba, además de en la capital. Y las actividades productivas más señaladas por la economía sumergida son la joyería, la madera, los muebles, la agricultura y el textil. En Jaén, las actividades productivas más proclives a la ocultación son la agricultura, el textil y la construcción. Las zonas más marcadas son Andújar, Jódar, Úbeda, La Carolina y Martos.

En la provincia de Málaga destacan Marbella, Torremolinos, Vélez-Málaga y Antequera en sectores como la construcción, la hostelería, la promoción inmobiliaria y la agricultura. Almería, por último, presenta un mayor grado de ocultación de la actividad en El Ejido, Roquetas de Mar y Adra. Por sectores, destacan la agricultura, la construcción y la hostelería.

El estudio indica que la presión fiscal, la renta disponible per cápita y la tasa de crecimiento del PIB tienden a intensificar el peso de la economía sumergida; por el contrario, el incremento de las contrataciones temporales lo reduce.

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