Una nueva cepa de la meningitis amenaza a 300 millones de africanos

La próxima crisis sanitaria de África tiene escenario conocido (el cinturón de la meningitis, una franja que va de Senegal a Etiopía donde viven 300 millones de personas); fecha de inicio (en la próxima estación seca, de noviembre a mayo); y causa (una nueva cepa de la bacteria que causa la meningitis, la W135, que han llevado consigo los peregrinos que vuelven de La Meca). Lo que no se sabe es cómo evitarla.

Un primer brote que se dio en Burkina Faso en febrero mató a más de 1.400 personas y afectó a otras 14.000, según datos de Médicos sin Fronteras, muchos de ellos niños. Aproximadamente un 20% quedó con secuelas, como sordera o retraso mental. El responsable de la campaña por el acceso a los medicamentos esenciales de Médicos sin Fronteras, Bernard Pécoul, calcula que se necesitarán entre 20 millones y 50 millones de dosis de vacuna entre 2003 y 2007 para prevenir 'una catástrofe' en los próximos años.

Porque lo 'intolerable' para el Grupo de Coordinación de la Inmunización contra la meningitis, que agrupa a la OMS, Unicef, Cruz Roja, Médicos sin Fronteras y Gobiernos de la zona, es que hace años que se conoce el remedio, pero sólo se vende en los países ricos de Europa, América del Norte y del Golfo Pérsico. El suministro se lo reparten dos multinacionales, Aventis Pasteur y GlaxoSmithKline (GSK). El precio de cada dosis es de 4 euros en Europa, donde la vende GSK, y llega a los 50 en EE UU, el mercado de Aventis. 'Estos precios son inasequibles para los países africanos', afirma Emilia Herranz, responsable de la campaña de MSF en España.

Vacunas más baratas

La solución 'ideal' sería que los laboratorios transfirieran a los países implicados la tecnología y las patentes para fabricar las vacunas, 'pero no podemos esperar tanto', afirma Herranz. Por eso, la solución 'inmediata' que reclaman es que los laboratorios abaraten las vacunas. 'Sabemos que el coste de producción está entre 40 y 80 céntimos de euro. Si nos las vendieran a un euro aún ganarían dinero, y nosotros dispondríamos de una arsenal para que la enfermedad no se extienda', afirma Herranz.

Pero los intentos de negociación con los fabricantes no han tenido éxito. 'A lo más que hemos llegado es a una oferta de 3,5 euros por dosis de GlaxoSmithKline, y eso comprando millones de unidades', afirma Herranz. 'Lo malo es que así no podemos adquirirlas, con lo que ni ellos ganan ni nosotros podemos actuar', añade. Para Médicos sin Fronteras, se trata de un intolerable 'doble rasero'. 'Si quisieran, los laboratorios podrían fabricar en seis meses las vacunas suficientes. Lo han hecho cuando se han necesitado en países más ricos, como el brote de meningitis de Brasil de 1974. Simplemente, les falta buena voluntad', afirma Pécoul.