Miel en la piel

Miel de encina, de romero, de naranjo, de brezo, de tomillo; miel con piñones, con nueces, con dátiles, con orejones, con almendras... En la variedad está el gusto, debieron decirse los responsables de Mielsico, una empresa familiar instalada en la Estación de Obejo, en la Sierra Morena cordobesa, que lleva ya nueve años elaborando y comercializando los más diversos productos de la colmena, y en cuyas dependencias se trabaja con el zumbido constante de unas cuantas decenas de abejas descolocadas.

Ángel García, su fundador, lo cuenta así: 'Siempre disfruté de la apicultura como afición. Desde los años 60 tenía unas cuantas colmenas en la finca de mi padre. Y un familiar nuestro, un hombre de campo paciente y trabajador, gran conocedor y estudioso de la vida de las abejas, me inculcó este interés y me transmitió su experiencia'. Por eso, cuando la compañía cervecera en la que trabajaba García hizo una reconversión y redujo su plantilla, él decidió que esta actividad sería una excelente alternativa al desempleo.

Apicultura ecológica. Mielsico comenzó su andadura de forma artesanal, dentro de los patrones convencionales, y pronto optó por pasarse a la apicultura ecológica. Esto significa, entre otras cosas, que las colmenas deben situarse a varios kilómetros de distancia de los núcleos de población, las industrias y las explotaciones agrícolas intensivas, para que las abejas no encuentren, en su radio de recolección de néctar, ningún agente potencialmente contaminante. También implica que hay que renunciar a la sobreexplotación, es decir, que no se puede extraer toda la miel de la colmena y alimentar a las abejas con productos sintéticos, como jarabes de azúcar; y que no se pueden utilizar compuestos químicos como antibióticos, sulfamidas o acaricidas para combatir cualquier plaga o infección.

La empresa produce, pues, su propia miel ecológica, de mil flores y de eucalipto. Pero también recoge, envasa y comercializa otras mieles de Sierra Morena. En total, entre 7.000 y 10.000 kilos al año, de unas 500 colmenas, en cada una de las cuales viven, en primavera, unas 30.000 abejas.

'Pero la miel no se consume a diario en todas las casas, como el pan, la leche o la cerveza', comenta Ángel García. 'Tardé poco en descubrir que era necesario diversificar la producción para que la actividad resultase rentable'. Por eso Mielsico ofrece, además de las múltiples variedades de miel ya citadas, y de sus combinaciones con frutos secos de toda descripción, productos como polen, jalea real (el energético alimento de las larvas de la colmena en sus primeros días de vida) y propóleo (una resina balsámica con propiedades antibióticas que las abejas recogen de las yemas de la coníferas e impregnan con secreciones propias, y que les sirve para mantener la colmena en perfecto estado de revista y para esterilizar las celdas donde la reina pondrá los huevos y nacerán las larvas).

Complementan el catálogo con un producto típico del norte de Córdoba, la meloja, que es miel cocida con cidra, una especie de calabaza dulce; y turrón, y almendras garrapiñadas con miel, y caramelos. Incluso hidromiel, una bebida antiquísima, de alta graduación alcohólica, que ya tomaban, con gran aprovechamiento, romanos y normandos hace miles de años, y que, si no fermentaba correctamente, permitía obtener también vinagre.

Pero otra faceta importante de la producción de esta empresa es la cosmética. Mielsico suministra miel, jalea real y propóleo a laboratorios especializados, a los que da indicaciones sobre la proporción que debe contener cada preparado. Los laboratorios confeccionan y envasan los productos bajo la marca cordobesa. Y así, se pueden encontrar en el mercado jabones de miel, jalea real y propóleo, cremas para las manos de miel y de cera, lociones hidratantes de jalea real, leche corporal de propóleo para pieles delicadas, champús y geles de miel, protectores labiales... Hasta un ambientador que huele inequívocamente a miel, en dos versiones, uno pequeño para el coche y un pulverizador para espacios amplios.

La cosmética significa ahora, según calcula Ángel García, un 30% de las ventas de la empresa, cuyos clientes se encuentran sobre todo en Córdoba, pero también en Granada, Málaga y Sevilla. Y Mielsico no descansa: se proponen incorporar nuevos productos, como una nutritiva mezcla de miel, jalea real, propóleo y polen a la que llamarán Apiforte.