Para todos los gustos
Sugerencias y pistas para descubrir la oferta gastronómica de San Sebastián al margen de los grandes restaurantes
En estas fechas en que la capital guipuzcoana se puebla de innumerables visitantes por la celebración del Festival de Cine (cineastas, cinéfilos, mitómanos, críticos y curiosos), resulta oportuno ofrecer algunas pistas gastronómicas que se salen de los grandes nombres de nuestra culinaria y de las guías al uso.
Si lo que busca son pescados y mariscos fresquísimos, hechos de forma simple a la parrilla o a la plancha, tienen una cita con La Rampa, en el Puerto, o con los restaurantes de la Parte Vieja Urbano, Beti Jai y el recién abierto Bernardo Etxea (su propietario es Bernardo Beltrán, conocido antes al frente del Beti Jai) en la calle Puerto. Para los mejores menús del día o de trabajo hay que fijarse en sitios como La Muralla, en la Parte Vieja, o el Patio de Ramuntxo en Gros.
Si se busca algo tan simple, pero a vez tan difícil de encontrar, como unas buenas croquetas, son un canto a la cremosidad las del bar Astelena, las del bodegón Alejandro y, en Gros, las de Pagardi taberna; y sobre todo las inmensas croquetonas de ave de una tasca tan sencilla como Urkabe, en Nuevo Gros. También se alcanza una bechamel de ensueño en los afamados fritos, realmente variados, del refinado Panier Fleuri.
Para jamón, jamón y otros productos ibéricos, no hay que perderse el histórico Vallés, en Reyes Católicos, así como La Cepa (en la calle 31 de Agosto o en Amara-Anoeta) o La venta de Curro (con el jamón cortado a cuchillo). Los mejores bacalaos (sobre todo al pil-pil) en Itxaropena (calle Embeltran) o en el populista Urola. Champiñones estofados, los célebres champis del Tamboril, en una de las esquinas de la plaza de la Constitución. Primorosa la merluza rebozada de casa Paco, en la calle 31 de Agosto, así como sus kokotxas en salsa verde.
Aunque para salsa verde, la que escolta la merluza, con sólo almejas, del Chomin del barrio del Antiguo y la también oficiada con kokotxas en el Patio de Ramuntxo. Tortilla de bacalao y de patatas magistrales, en la Cafetería Iñausti del barrio de Errotaburu. Anchoas de múltiples formas en Txepetxa o en el bar Idoia (calle Isabel II de Amara), que celebra anualmente una semana monográfica en torno a tan insigne pescado azul. Las mas selectas gildas ( el mítico pintxo donostiarra) en la decena de locales de la Bodeguilla donostiarra.
Unos de los mejores chipirones en su tinta son los del Restaurante Urepel; y entre los oficiados a la plancha, sensacionales los de Izkiña, en el cercano Trintxerpe. Ajoarriero inmejorable el del bar Bergara de Gros, y para txangurro a la donostiarra, no hay duda: Casa Nicolasa. Para el tradicional arroz con almejas, Clery ( junto a la plaza de la Trinidad) o Rekondo (subida a Igueldo) con el aliciente añadido en esta caso de su impresionante bodega.
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