Las auditoras dan la bienvenida a sus 'novatos'

El salón de un hotel madrileño acoge desde el lunes y hasta el viernes próximo a los 90 auditores novatos que están a punto de incorporarse a las oficinas españolas de Ernst & Young (E&Y). En sesiones de mañana y tarde, estos jóvenes de entre 22 y 25 años, mujeres en su mayoría, tendrán el primer contacto con la firma, sus socios y métodos de trabajo, y repasarán sus conocimientos sobre legislación, principios contables y planificación, entre otras cosas. La crisis de credibilidad que vive la profesión desde la disolución de Andersen y la peor situación del mercado laboral no han detenido las nuevas incorporaciones, ni en E&Y ni en las otras tres grandes firmas supervivientes (PricewaterhouseCoopers, Deloitte & Touche y KPMG): en total, este año han fichado a casi 500 jóvenes sin experiencia.

Los jóvenes auditores son en su mayoría mujeres, con estudios de Económicas o Empresariales y sin problemas con el inglés

La menor rotación de profesionales ha hecho descender el número de incorporaciones en Ernst & Young de 227 a 90

El número de nuevas incorporaciones ha descendido este curso en E&Y, que es la tercera firma en España por facturación con 107,5 millones de euros. Sus 90 novatos contrastan con los 227 auditores que se incorporaron el curso pasado -las auditoras suelen cerrar ejercicio a mitad de año- y los 240 que lo hicieron en 2000.

La explicación a este descenso está en que este año han abandonado la firma menos profesionales, explica su responsable de recursos humanos, María García. Este tipo de empresas suele tener una rotación alta, en parte porque sus profesionales son tentados por grandes compañías en cuanto tienen unos años de experiencia y en parte porque así se apuntala la estructura piramidal de la empresa, con una base amplia de jóvenes profesionales y una cúspide formada por los socios. En PricewaterhouseCoopers, la firma que este año ha fichado más novatos -170 auditores y otros 30 becarios-, estiman que la 'rotación sana', la que garantiza el buen funcionamiento de la compañía, es el 15%. 'Este año se ha quedado en el 14,2%', explica su directora de Recursos Humanos, Alicia Matesanz, lo que no ha provocado un descenso de las contraciones.

El perfil de los jóvenes de E&Y es el de un recién licenciado en Económicas o Empresariales de expediente brillante y sin problemas con el inglés. Los hay de Madrid, Bilbao, Sevilla, Vitoria o Gijón, por poner algunos ejemplos, y la mayoría no tiene experiencia previa, aunque algunos han hecho prácticas en la firma.

Cuando se les pide que se presenten al resto, muchos explican que tenían claro que querían 'hacer auditoría' y que ha sido 'el prestigio' y 'los planes de formación' de la firma lo que les llevó a Ernst & Young. Ni una referencia a la situación del sector.

Tras superar pruebas y entrevistas, el punto de partida es un contrato en prácticas de nueve meses con un sueldo que en la empresa no quieren detallar, pero que consideran 'medio-alto' y se les asigna un consejero -un socio o gerente- para que les ayude en su día a día. Pasado el periodo de prácticas, el contrato se convierte en indefinido en la mayoría de los casos, explican en la empresa.

'Lo que queremos es que os quedéis', les asegura la directora de Recursos Humanos de la auditora, María García. La empresa les ofrece planes personalizados de carrera y evalúa su trabajo cada año, como al resto de empleados.

Los novatos de E&Y y Price no están solos en esta carrera. KPMG ha contratado a 85 novatos y Deoloitte a 110 y Deloitte & Touche, la firma que se ha quedado con la parte española de Andersen, a otro centenar.. 'Lo normal es que hagan pruebas para todas las firmas', explica Matesanz, quien asegura que el sueldo en todas ellas varía entre 16.828,3 euros (2,8 millones de pesetas) y 18.030 euros (3 millones de pesetas).