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CARTAS AL DIRECTOR
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Una vergüenza

Estábamos en Bruselas un grupo de diputados comentando esperanzados y satisfechos la detención en Burdeos de los dos jefes de ETA, Juan A. Olarra y Ainhoa Mujika, cuando nos ha llegado la noticia de que el Gobierno vasco ha decidido querellarse criminalmente contra el juez Garzón, acusándole nada menos que de prevaricación. A la vez hemos conocido que el Parlamento vasco ha tomado la decisión de no ejecutar el auto de Garzón, un auto que los propios servicios jurídicos de la Cámara estimaban de obligado cumplimiento.

La gravedad de estas dos decisiones es de tal dimensión que merece un juicio político urgente, aunque sea obligatoriamente incompleto. Que el Parlamento vasco se declare en rebeldía ante un auto de un magistrado de la Audiencia Nacional es inconcebible en términos democráticos, pues supone la quiebra de un principio sagrado: el respeto entre los poderes del Estado. Es, además, un salto cualitativo de la Cámara vasca -de la mayoría de Gobierno- en su empeño de defender a Batasuna por encima de su obligación de cumplir las leyes. Es un borrón en la historia de la institución y contiene un mensaje peligrosísimo de deslegitimación de la justicia y sus instituciones.

Pero si la actuación de Atutxa y su mayoría en la Mesa del Parlamento vasco es de una notable falta de responsabilidad y de una ausencia más que destacada de poso democrático, me quedo sin calificativos a la hora de juzgar la actuación del Gobierno vasco, en palabras de su portavoz -ese que dijo que la manifestación de Bilbao estaba socialmente legitimada-, el auto del juez 'vacía de competencias al Departamento de Interior (?)', y 'atenta contra las libertades al restringir el derecho de manifestación y reunión a personas no relacionadas con Batasuna...'. ¿Cómo es posible que el Gobierno vasco utilice la descalificación y la mentira grosera para confrontar contra otra institución del Estado? ¿Acaso el Gobierno vasco -o sea, el PNV- no entiende lo que es la separación de poderes en el sistema democrático? ¿No son conscientes del mensaje deslegitimador del Estado de derecho que envían al conjunto de la ciudadanía?

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La verdad es que es toda una vergüenza, y me siento abochornada ante esta actitud. Pero lo peor de todo es que sabemos a qué obedecen estas dos últimas decisiones: son un lamentable episodio más de la lucha del PNV por quedarse con los votos de Batasuna.

Como el sábado disolvieron la manifestación, como Otegi les afeó la conducta y les recordó las palabras del lehendakari, eso de 'vascos pegando a vascos ...', como ayer la cúpula de ELA-STV exigió la dimisión o el cese de Balza..., hoy, el Gobierno vasco ha de dar una de arena, ha de inclinar la balanza hacia el lado de los cómplices de los verdugos. No vaya a ser que esta vez no sea tan sencillo recoger las nueces. En fin, una vergüenza.

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