Pujol rechaza hacer cambios en el Gobierno catalán como proyectaba Mas

No habrá cambios en el Gobierno catalán como pretendían el conseller en cap, Artur Mas, y su equipo. El presidente Jordi Pujol no los tiene previstos, aseguran fuentes del Ejecutivo catalán. Mas, por su parte, dijo ayer: 'Si fuese partidario de un cambio de consejeros, ya se lo habría dicho al presidente' y recordó que 'las crisis las decide Pujol'. El proyecto acariciado por Mas para afrontar el año que resta hasta las autonómicas queda, pues, archivado. En CiU aseguran que los nervios de su equipo le han gastado a Mas una mala pasada.

Un pletórico Pujol admitía ayer en privado que no tenía previsto realizar cambios de Gobierno, aseguran fuentes de CiU. En el discurso entusiasta que dirigió a los diputados del grupo de CiU en el Parlament con motivo del inicio del curso parlamentario, el presidente subrayó en dos ocasiones la buena labor de gestión que realizan todos los consejeros del Ejecutivo. El hecho hubiera pasado inadvertido en otras circunstancias, pero ayer se convirtió en terreno abonado para exégetas. Sobre todo después de saberse que Mas ha sondeado a dirigentes de CiU para conocer su opinión sobre un cambio de Gobierno (véase EL PAÍS de ayer).

El conseller en cap, por su parte, negó ayer cualquier intención de efectuar cambios en el Ejecutivo. 'Nunca he hablado con Pujol de ello', dijo. ¿Por qué lo que andaba de boca en boca entre buena parte de la dirección de Convergència i Unió desde hace días pasó ayer a mejor vida? En CiU se considera un error que la noticia haya aparecido en los medios de comunicación. Y ello lo atribuyen, por una parte, a la inexperiencia del equipo de Mas y, por otra, a los nervios que afloran en la federación ante unas expectativas electorales que no son las deseadas: el delfín de Pujol ha tocado techo y desde hace semanas su popularidad se mantiene estancada, reconocen fuentes de CiU.

Todo este conjunto de circunstancias es lo que movió a Mas a tantear el terreno para un cambio de Gobierno que le permitiese tener un Ejecutivo a su medida con el que el electorado pudiera ver cómo gobernaría Cataluña si él ganaba las próximas elecciones autonómicas.

No es la primera vez que Mas acaricia la idea de hacer sus propios cambios en el Consell Executiu, para marcar distancias y subrayar que él no es igual a Pujol. Pero hasta el momento parece que todo ha quedado en el terreno de la mera hipótesis. Aunque Mas ha participado en todas las reestructuraciones de Gobierno en esta legislatura -y son ya cinco desde 1999-, no ha podido despegarse de la sombra de Jordi Pujol. El presidente de la Generalitat, pese a que ha cedido buena parte del protagonismo mediático a Mas, está dispuesto -aseguran sus colaboradores- a agotar la legislatura en el cargo que desempeña. Y tiene claro que el actual Gobierno catalán es su Gobierno.

Así que el hecho de que el movimiento de Mas trascendiera se considera un error de personas que confunden 'el partido con el Gobierno', subrayan fuentes de Convergència. Y no sólo eso, sino que tratan a la federación como si el socio democristiano no existiese, agregaron las mismas fuentes. Mas no había expuesto su proyecto en las reuniones que semanalmente celebra la cúpula de CiU que agrupa a Pujol, al propio Mas y a Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió Dermocrática, el socio de CDC. Desde Unió se recordaba ayer el hecho de que no iba a haber reestructuración porque 'nada de ello había sido planteado en la cúpula de la federación'. 'Esa información salida de Convergència no obedece a la realidad, porque ni tan sólo se ha comentado en la cúpula de CiU', afirmaban en Unió.

Por el momento, no habrá pues cambios. La precipitación ha gastado una mala pasada a quienes veían en el mes de octubre un buen momento para proceder a la reestructuración del Gobierno. Las fechas que se aproximan son cruciales para Mas, a juicio de la cúpula de CiU. El próximo 21 de octubre, el conseller en cap expondrá su proyecto político para Cataluña hasta el año 2010, que será la base del programa con el que CiU afrontará sus primeros comicios autonómicos sin Pujol como cartel electoral.

De momento Jordi Pujol continúa siendo el presidente y es él quien hace las reestructuraciones de Gobierno. Y eso quedará patente en el debate de política general en el Parlament, que se celebrará los días 1, 2 y 3 octubre. Será Pujol quien lleve todo el peso.

Fracaso reconocido

La oposición interpretó ayer el fallido intento del conseller en cap, Artur Mas, para configurar un Ejecutivo a su medida a un año de las elecciones como el involuntario reconocimiento de 'un fracaso' y un deseo de librarse de consejeros muy identificados con la gestión de Pujol, que considera un lastre a la hora de presentarse como un renovador. El portavoz del PSC, Miquel Iceta, recordó que Pujol ha cambiado cuatro o cinco veces su Gobierno en los últimos tres años. 'La incompetencia acumulada a estas alturas es tan grande, afirmó, 'que a Cataluña le conviene no sólo un cambio de Gobierno, sino de Gobierno, de presidente y de mayoría parlamentaria'.

El secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluís Carod, y el portavoz de Iniciativa Verds (ICV), Joan Boada, coincidieron en señalar que el objetivo perseguido por Mas es convertir el Gobierno catalán en 'su comité de campaña electoral'. Mas quiere mostrar que tiene margen de maniobra propio, agregó Carod, cuando es sabido que 'quien corta el bacalao como siempre es Pujol'.