'El transporte público sufre 10 años de retraso'
Barcelona estrena curso con la Ronda del Mig -entre la plaza de Cerdà y la Diagonal- abierta, con una Diagonal que se puede cruzar en Rossellò y con más asfalto sonorreductor. Pero la ciudad se enfrenta a no pocos problemas en el reto de pacificar el tráfico y promover el uso del transporte público. Pese a que algunos indicadores son buenos -el uso del coche privado ha bajado el 2% en los movimientos internos de la ciudad-, también los hay malos: las entradas en Barcelona en vehículo privado se han incrementado casi el 1%. Y esa tendencia va al alza, reconoce Pere Navarro, delegado de Movilidad y Circulación de la alcaldía.
Pregunta. ¿Se descongestionarán la Gran Via y la Diagonal con la apertura de la Ronda del Mig?
Respuesta. Lo que esperamos es volver a la normalidad. Mientras han durado las obras, el promedio del tráfico de la Ronda del Mig ha sido de unos 15.000 vehículos y ahora se volverá a un tráfico de 40.000, lo que aliviará las otras vías alternativas. Dentro del Eixample, calculamos que la apertura del cruce de Rosselló evitará el itinerario de València y Roger de Llùria, que antes utilizaban 7.500 vehículos al día para llegar a Rosselló.
P. Ahora, ¿cuáles son las prioridades?
R. Nos preocupan dos: la distribución de mercancías y las motocicletas. Los desplazamientos de mercancías aumentan el 3,5% cada año. Por eso se está replanteando revisar la circulación de camiones por la Ronda del Litoral y mejorar la señalización, además de ampliar el sistema del disco horario a otras zonas de la ciudad. Todos, incluido el propio sector, somos conscientes del reto que tenemos. En el caso del coche, mejor o peor, podemos encontrar alternativa en el transporte público. Pero en el de las mercancías, no.
P. Y con el aparcamiento de las motos. ¿Qué se puede hacer?
R. En Barcelona hay 237.000 motos. Está claro que la motocicleta se ha consolidado como alternativa al automóvil para desplazamientos urbanos. Pero hay problemas que resolver. El aparcamiento es uno y estamos revisando las normativas para que los edificios de oficinas y comercios tengan un número de plazas de motos reservadas. También discutimos con el gremio de talleres la fórmula para evitar la ocupación abusiva de la acera. Pero luego hay otros temas de reflexión, como la siniestralidad y la edad: se pueden conducir ciclomotores a los 14 años, mientras que la ley sitúa la edad mínima para comprar alcohol y tabaco en 18.
P. ¿Qué hay que reformar en un futuro inmediato para mejorar la movilidad?.
R. Se precisa más transporte público. Las necesidades de los movimientos internos está bastante bien cubierta, pero hay déficit en la gran Barcelona. Y por eso el tráfico de las entradas a la ciudad se incrementa.
P. ¿La política de hacer más aparcamientos ayuda a mejorar la movilidad?
R. Es que el aparcamiento es un elemento regulador del vehículo. Se puede circular por la ciudad, pero al final tendrás que aparcar y debe de hacerse en aparcamientos. Sencillamente porque el espacio lo necesitamos para el carril bus, el carril bici, para ampliar aceras, para la carga y descarga. Entre circular y aparcar, es evidente que damos prioridad a la circulación. Por eso se van suprimiendo las plazas libres en la calle y, entre otras cosas, se inaugurarán 14 aparcamientos nuevos de aquí a final del mandato. Hay que ir en la línea de usar el vehículo privado sólo cuando sea imprescindible y recurrir más al transporte público u otras alternativas.
P. ¿Una insuficiente red de transporte puede tener efectos caóticos en la movilidad?
R. El problema es que en Barcelona llevamos un retraso en inversión en materia de transporte público de unos 10 años. Todas las ciudades europeas están invirtiendo desde hace más de una década, y aquí no. Es verdad que son unas inversiones que corresponden a la Generalitat en dos terceras partes y en una al Estado. Pero, por unas razones u otras, la inversión se ha ido retrasando. Ahora ya tenemos un Plan Director de Infraestructuras (PDI) muy pretencioso. Pero no estará operativo, al menos en parte, hasta 2007. El caso es ver cómo llegamos. El escenario dibujado es bueno, pero el futuro inmediato es que se deberán ejecutar muchas obras para poder llegar a disponer del PDI. Lo cierto es que ahora tendremos las obras del AVE y de la línea 9 del metro y no el transporte.
P. El nuevo sistema de transporte que más obras urbanas está comportando es el tranvía. ¿Será una buena opción?
R. Sí. El tranvía ayudará porque es transporte público y, además, de ámbito metropolitano. Hace menos ruido que el autobús y permitirá ir ampliándolo con más facilidad que la infraestructura ferroviaria.
P. ¿El retraso de Barcelona en transporte público lo es también respecto a Madrid?
R. Sí. En Madrid el nivel de inversión ha sido mejor, aunque también partió con retraso respecto a otras ciudades europeas donde a finales de los ochenta se llegó a la conclusión de que se debía invertir mucho más en transporte público. Aquí, en España, se empezó tarde. Y en Barcelona, más.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.