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Vallecas contará en 2004 con una avenida de 3,2 kilómetros similar a la Castellana

La nueva gran calle de Entrevías cubrirá parte de las vías del tren que separan el distrito

El distrito de Puente de Vallecas contará en otoño de 2004 con una avenida de 3,2 kilómetros al estilo del paseo de la Castellana. El pleno municipal del día 26 aprobará la convocatoria del concurso de esta obra, denominada avenida de Entrevías. El bulevar cubrirá parte de las vías del tren de la línea C-2 de Cercanías a su paso por esta zona de Vallecas. Las obras, que empezarán a principios del año que viene, durarán 20 meses y costarán 9,9 millones de euros, según las previsiones del concejal de Urbanismo, Ignacio del Río. La avenida contará con dos carriles por sentido, un carril-bici y un carril-bus.

El Gobierno municipal, del PP, aprobará en el pleno del próximo día 26 el concurso de esta gran obra, que pretende terminar con la cicatriz que representan para el barrio estos 3,2 kilómetros de terraplenes, ruido, descampados, tapias mal cuidadas, peligro y falta de comunicación entre las dos orillas del barrio. Los 3,2 kilómetros de vías del tren parten en dos el distrito de Puente de Vallecas (Entrevías por un lado y San Diego y Palomeras Bajas por otro). Para ello, el Ayuntamiento y Renfe cubrirán 500 metros de vías ferroviarias del total de 3,2 kilómetros y construirá una avenida que discurrirá paralela a las vías del tren. Los dos carriles de la avenida se conectarán con rotondas para los vehículos y pasos inferiores para los peatones.

El proyecto, que empezó a gestarse en 1999 con un acuerdo entre el Ayuntamiento y Renfe, comenzará finalmente a principios del año que viene y está previsto que termine en otoño de 2004, tras 20 meses de obras. Es decir, empieza con tres años de retraso. La futura avenida de Entrevías tendrá paseos arbolados en vez de terraplenes, fuentes y plazas, según el proyecto del concejal de Urbanismo, Ignacio del Río (PP). El plan prevé, asimismo, instalar pantallas acústicas en las zonas donde las vías no queden cubiertas, a fin de eliminar el ruido que soportan los vecinos cuyas ventanas están más próximas a los raíles. La superficie total de actuación es de 605.711 metros cuadrados y Renfe se ha comprometido, además, a construir una nueva estación. Esta nueva estación sustituirá el actual apeadero de Entrevías.

La vía del tren que parte en dos el distrito de Puente de Vallecas es vieja; el trazado, que sirvió para enlazar por tren la capital con Guadalajara, data de 1859, tan sólo ocho años después de que se construyera el primer ferrocarril madrileño, que enlazaba con Aranjuez.

La cicatriz de 3,2 kilómetros de largo que atraviesa este barrio se salva actualmente con cinco cruces para coches y otras tantas pasarelas para peatones. Los puentes están mal distribuidos, son estrechos y con aceras diminutas. Y las pasarelas, según apuntan los técnicos de Urbanismo, son 'de incómodo acceso y no invitan a su utilización'.

Las calles que circulan paralelas a las vías, además de presentar a lo largo del recorrido frecuentes cuellos de botella, no enlazan convenientemente con la M-30. Con la M-40, los vecinos de estos barrios están 'incomunicados', según los informes de Urbanismo. Los técnicos municipales señalan también que el ferrocarril, además de separar las dos mitades del barrio, no sirve para que los vecinos vean la línea de cercanías como una línea suya, ya que las estaciones existentes no tienen un fácil acceso.

Conexión con las autopistas

A fin de que todos estos problemas se subsanen, la avenida de Entrevías servirá, entre otras mejoras, para paliar la separación y aumentar la capacidad de las calles a fin de que absorban más tráfico y conecten mejor con la M-30 y la M-40, según los propósitos de Del Río, que asegura que el proyecto será 'al estilo del paseo de la Castellana'. Para ello, la avenida tendrá dos carriles de circulación, un carril-bici y un carril-bus por sentido. Además, habrá 'abundantes plazas de aparcamiento'. 'Se trata de una avenida de gran capacidad circulatoria, no de una autopista de gran velocidad', aclaran los informes de Urbanismo.

Para ello, las calzadas hoy existentes a ambos lados de las vías del ferrocarril, que tienen doble sentido de circulación cada una, se convertirán en calzadas de sentido único en toda su longitud.

Las viejas pasarelas que actualmente utilizan los peatones, según el proyecto municipal, se transformarán en pasos lo suficientemente amplios como para albergar quioscos, terrazas y miradores. Las obras se realizarán sin cortar en ningún momento el flujo de ferrocarriles. Uno de los aspectos más llamativos del plan es la construcción de un estanque artificial de unos cinco metros de ancho y más de trescientos de largo, que se ubicará en una futura zona ajardinada y arbolada que servirá 'para disfrutar de la vista del paso de los trenes'.

Desde que en 1998 se empezó a hablar de la operación, varias asociaciones de vecinos de la zona se han pronunciado en contra del proyecto por considerarlo insuficiente. Prefieren en su lugar el enterramiento completo de las vías. El Ayuntamiento siempre ha rechazado esta opción por considerarla demasiado cara.

En cambio, el concejal Del Río señala que la obra 'es fruto del diálogo de los vecinos, que con esta actuación verán desaparecer la barrera urbana que suponen las vías ferroviarias, las molestias acústicas y el colapso que producen en el tráfico. Además, toda la zona sufrirá una mejora radical del escenario urbano'.

Para el concejal de IU, Justo Calcerrada, la nueva avenida fragmentará todavía más el barrio. 'Quieren hacer una vía rápida que sólo va a servir para ser la salida de la M-40 y del nuevo barrio del Ensanche de Vallecas. En el próximo pleno, nuestro grupo va a votar en contra. Hay que tener en cuenta que los mismos residentes rechazan la obra', señaló Calcerrada, que añadió que su grupo municipal está, en cambio, de acuerdo con el cubrimiento de partes de la línea del ferrocarril.

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