La economía hace agua

La Bolsa ha cerrado su tercera semana consecutiva a la baja, a pesar de que el 11 de septiembre no ha deparado sorpresas. El ambiente bélico y la creciente debilidad de la economía han forzado una caída del 1,92% en el Ibex 35 que, en tres semanas acumula un descenso del 6,81%.

El miedo a que se produjeran nuevos atentados en el aniversario del 11 de septiembre mantuvo a los inversores relativamente alejados de los mercados de valores, pero fueron los mensajes de preocupación de las autoridades monetarias de la UE y de Estados Unidos los que han propiciado este nuevo paso atrás de los índices.

El Ibex 35 ha caído en esta semana el 1,92% y el índice general de la Bolsa de Madrid el 1,50%, aunque con altibajos que han superado el 3% en varias ocasiones y que estuvieron provocados tanto por el miedo a un atentado como por el intento de aprovechar un posible rebote de los precios.

El tono bélico de la Administración estadounidense y las numerosas voces que se han levantado en contra de una intervención armada en Irak han sido una de las razones del distanciamiento de los inversores del mercado, pero fueron los mensajes de los presidentes del BCE y de la Reserva Federal de Estados Unidos los que han forzado una huida en toda regla.

El presidente del BCE, Wim Duisenberg, alertó sobre las imprevisibles consecuencias de una aventura militar y, sobre todo, sobre el peligro de graves tensiones inflacionistas si persiste la escalada del precio del petróleo, cuestiones que van de la mano en este caso. El presidente de la FED, Alan Greenspan, centró su intervención en las consecuencias del abandono de la disciplina fiscal, justo en un momento en el que se recauda menos por la debilidad de la economía y se preparan grandes gastos militares. Los inversores no dudaron ni un momento sobre la claridad del contenido de ambos mensajes y provocaron caídas de más del 3% en las bolsas con su precipitada salida de los mercados.

No obstante, llovía sobre mojado, ya que a lo largo de la semana se han revisado a la baja las perspectivas de crecimiento económico para varios países europeos y en Estados Unidos se anunciaba un pronunciado debilitamiento de la actividad económica en las últimas semanas.

Los mercados se enfrentan, pues, al incumplimiento de las perspectivas de reactivación económica con las consiguientes consecuencias sobre las empresas. El sector de las telecomunicaciones es uno de los más afectados, tras anunciar France Telecom cuantiosas pérdidas y existir el peligro de quiebra para alguna empresa de telefonía móvil.

El sector bancario tampoco atraviesa uno de sus mejores momentos por la gravedad de la situación en Latinoamérica y la creciente posibilidad de que la crisis continúe extendiéndose a otros países de la zona.