Un instituto zaragozano crea sus propias aplicaciones informáticas
Cada estudiante dispone de dirección de correo.En el Santiago Hernández, hay un ordenador por cada seis alumnos.El 50% del alumnado se coloca
En el Instituto Santiago Hernández de Zaragoza no necesitan esperar al año 2005 para conseguir una razón de 12 alumnos por ordenador.
En este centro de secundaria estudian 1.035 alumnos y disponen de 173 ordenadores. Es decir, a cada máquina les tocan 5,98 estudiantes. Una cifra que, según sus responsables, todavía es necesario mejorar, porque el número de ordenadores desciende si se trata de los cursos de secundaria.
Los alumnos que estudian informática tienen un ordenador para cada uno, pero los de secundaria y bachillerato acuden a un aula donde se sientan varios frente a cada PC.
'El objetivo es eliminar las aulas de informática y que los alumnos trabajen con los ordenadores en sus propias aulas', dice Miguel Ángel Oliván, secretario del Instituto, quien reconoce que los que más los emplean son los que estudian Formación Profesional de las especialidades de gestión administrativa, comercio e informática. 'Lógicamente, en peluquería y estética, que tienen muchas matrículas, no se utilizan'.
Cada alumno con su correo
A través de la página del IES, los padres pueden conocer las notas de sus hijos y saber si faltan a clase. Esta información es el resultado de la gestión informatizada del centro, que también permite que los alumnos puedan consultar los fondos de la biblioteca y disponer de una dirección de correo electrónico.
Todos los departamentos publican páginas con información sobre sus actividades. 'No trabajamos en tiempo real por motivos de seguridad. Es decir, la información se pasa de los equipos del instituto a los servidores web para evitar posibles intromisiones', explica Oliván.
Las aplicaciones informáticas se realizan en el instituto. 'Las hacen los profesores del centro y los alumnos de informática'. Desde los equipos de la biblioteca, los alumnos pueden gestionar su correo electrónico y navegar por Internet. 'Alrededor de 60 estudiantes son inmigrantes, y muchos de ellos emplean el correo para no perder el contacto con la familia y amigos de sus países'.
Casi todos los profesores del centro emplean los ordenadores. 'La edad no es un problema, porque en los últimos años todos hemos entendido la necesidad de utilizar las nuevas tecnologías'. Oliván, que imparte clases de gestión administrativa, asegura que para realizar los estudios de Formación Profesional, 'las solicitudes aumentan de un 10% a un 15% cada año'. Cuando acaban los estudios, los alumnos no encuentran muchos problemas para trabajar. 'Al terminar las prácticas en junio, un 50% del alumnado se queda en la empresa donde las han hecho. Después, algunos cambian de sitio, pero el porcentaje de alumnos que trabaja es muy alto'.
Copias a céntimo
A juicio de Oliván, el motivo es que 'muchos empresarios prefieren a los titulados en Formación Profesional frente a los diplomados universitarios porque disponen de más conocimientos prácticos'.
La informática también permite ahorrar costes al Santiago Hernández. Gracias a la red de ordenadores que se extiende por todo el instituto, las copias en la impresora cuestan poco más de un céntimo de euro.
Oliván cree que disponer de medios informáticos es tan buen reclamo para dar a conocer su centro como el número de aprobados en las pruebas de selectividad. En un cartel que se puede leer antes de entrar en el IES, la dirección felicita a los que se presentaron a la selectividad en junio. Aprobaron todos.
Las cuentas claras
La razón de alumnos por ordenador no es fácil de obtener. Una cosa es el número de ordenadores de un centro y otra bien distinta los PC que pueden utilizar. Por lo general, en educación infantil y primaria, la ratio es más desfavorable, mientras que en los institutos con Formación Profesional de la especialidad de informática, el número de ordenadores por alumno es alto. Los ordenadores que se emplean para las labores administrativas de los centros y los que se instalan en las bibliotecas también pueden trastocar el cómputo y mejorar la ratio, pero los alumnos no los pueden utilizar, que es lo que se pretende medir. Otra figura estadística es el número de centros conectados a Internet. La mayoría de las autonomías afirma que están conectados el 100% de los centros. A menudo esto sólo significa que hay un ordenador, el de dirección, con conexión a la red. El revoltijo estadístico no es un tema exclusivo de las nuevas tecnologías, sino que creció a la vez que la estadística.
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