_
_
_
_
Crónica:Campeonato del Mundo | BALONCESTO
Crónica
Texto informativo con interpretación

'Nos han alcanzado'

EE UU sufre en su propia cancha y ante Yugoslavia la tremenda humillación de verse eliminado

Robert Álvarez

Indianápolis ha cambiado la relación de fuerzas del baloncesto, que ya nunca volverá a ser como antes. La NBA ya no es intocable. Lo que antes era una utopía, ganar a una de sus selecciones, empieza a estar al alcance de varios. En la madrugada del jueves, al de Argentina; en la de ayer, al de Yugoslavia. Estados Unidos perdió por primera vez, tras 58 triunfos consecutivos, ante el equipo suramericano y un día después volvió a ser puesto en evidencia por el europeo (78-81) y, lo que es peor, perdió la carrera hacia el título, reservada ahora a Yugoslavia, la sorprendente Nueva Zelanda, Argentina y Alemania.

Estados Unidos puede volver a ganar otros campeonatos, por supuesto. Pero lo que ha pasado, parece que definitivamente, a mejor vida es la sideral distancia entre sus jugadores y sus clubes de la NBA y los del resto del planeta. Ni siquiera tomándoselo a pecho, ni siquiera con un buen cuadro, pudo evitar su desplome. Los no muy numerosos espectadores norteamericanos que se acomodaron en el pabellón Conseco Fieldhouse acabaron cerrando los ojos ante los desatinos del conjunto del ex madridista George Karl, que se dejó escapar un partido que dominaba por diez puntos (69-59) a falta de siete minutos y con sendos tiros libres en las manos de Jermaine O'Neal, que los falló.

Más información
Argentina destroza el mito de la NBA
Del 'Dream Team' al 'equipo pesadilla'
La victoria de los sueños
El duelo de la frustración
España apuntilla a Estados Unidos con una remontada épica
España también abochorna a la NBA
Participación:: La opinión de los lectores
Gráfico animado:: El Mundial de Indianápolis

Ése fue el principio del fin. A partir de ese momento, con tres sensacionales triples de Gurovic y una fantástica labor defensiva, Yugoslavia dio la vuelta al marcador. O'Neal volvió a fallar dos libres, todo lo contrario que Jaric, el base fichado por los Clippers de Los Ángeles. Miller, esta vez su rival y el curso próximo su compañero, fue el único estadounidense a la altura de las circunstancias. Así, anotó los cinco últimos puntos de su equipo. Pero otro triple de Gurovic y los dos últimos libres de Jaric dictaron la sentencia: 78-81. Apenas quedaban ocho segundos. El desesperado triple final de Miller, para forzar la prórroga, no entró en el aro.

Estados Unidos pagó la forma errática con la que comenzó. Su figura, Pierce, hizó una falta a los ocho segundos y poco después otra. Aun así, fue el mejor anotador de su grupo, con Miller, ambos con 19 puntos. Pero sus pívots, pese a sus notables credenciales, fueron barridos por el tonelaje y la sabiduría de Divac, bien secundado por Koturovic y Tomasevic.

No se salvó ni uno solo de los hombres altos de Estados Unidos. Ni O'Neal, que, pese a sus fallos en los libres, fue el que estuvo más inspirado; ni Wallace, defensor y reboteador del último campeonato, ni Brand, ni Davis. Lo pagaron con ocho rebotes menos que Yugoslavia, que logró 19 puntos con las segundas opciones de tiro y marcó diez triples de 17 intentos.

Karl, todavía esperanzado y dispuesto a hacer relativa la derrota ante Argentina, se mostró abatido. 'Ésta es la prueba de que el mundo nos ha alcanzado', proclamó con los ojos enrojecidos por las lágrimas. 'Me siento raro. Es un gran día para el baloncesto porque la victoria de Yugoslavia es la prueba de que otros países han llegado al nivel de la NBA. No sé qué habría pasado si hubiesen venido otros jugadores, pero éste era nuestro equipo: jugó, luchó y perdió'.

Bodiroga, el yugoslavo fichado por el Barcelona para la próxima temporada y uno de los pocos integrantes de su selección que no ha querido probar fortuna en la NBA, concluyó: 'Hemos hecho historia. No importa que Argentina ganara a Estados Unidos antes. No tenemos celos por eso. Ya era hora de decirles que en Europa y Suramérica también hay baloncesto. Ahora tendrán que llevar un equipo mucho mejor a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004'.

Gurovic celebra el histórico triunfo con los aficionados yugoslavos.
Gurovic celebra el histórico triunfo con los aficionados yugoslavos.ASSOCIATED PRESS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_