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Reportaje:

Cuando la repulsión vence a la atracción

El célebre físico británico Peter Higgs critica la constante presencia en los medios de comunicación de Stephen Hawking

La física del siglo XXI es una ciencia de extremos. Los grandes científicos centran sus estudios en lo más pequeño (las partículas subatómicas) o lo más grande (las fuerzas que rigen el conjunto del Universo). Pero en un bucle que unos consideran gigantesco y otros infinitesimal, las teorías acercan las explicaciones sobre ambas materias. Como dice el título de un libro de uno de los protagonistas de esta historia, el cosmólogo Stephen Hawking, 'el Universo cabe en una cáscara de nuez'.

El Reino Unido es mayor que una cáscara de nuez, pero por lo visto no lo suficientemente grande para albergar a dos de los mayores especialistas en ambos campos. Por un lado está Hawking, de 60 años, descubridor de la radiación de Hawking (una forma de energía tan potente que puede escapar de la atracción de los agujeros negros del espacio), escritor de grandes éxitos y probablemente el mayor divulgador científico del momento, pese a su esclerosis degenerativa, su silla de ruedas y su voz emitida por un sintetizador. Por otro, Peter Higgs, también de 60 años, creador de la teoría del bosón que lleva su nombre, una partícula subatómica que permitiría completar -si se confirma su existencia- la teoría vigente sobre la composición de la materia.

Para sorpresa del mundo científico británico, la discusión la comenzó el prudente y humilde Higgs, y no el arrogante Hawking, según narra el periódico británico The Independent de ayer. Durante una cena del Consejo de Investigación sobre Física de Partículas y Astronomía, y 'después de un par de copas de vino', Higgs criticó la facilidad con la que Hawking promocionaba sus teorías: 'Es muy difícil conseguir que las discuta en profundidad. Su celebridad le da una credibilidad instantánea de la que otros no disfrutan', afirmó Higgs.

Algunos colegas de Higgs han declarado que el físico sólo había dicho lo que muchos de sus compañeros, hartos de la 'prepotencia y el acaparamiento de la fama' de Hawking, pensaban. 'Criticar a Hawking es como hablar mal de Lady Di: algo que no se hace en público', afirmó un asistente a la cena.

Detrás del ataque de Higgs puede estar, aparte del vino, su frustración por los intentos fallidos para detectar el bosón; también la actitud de Hawking, que ha apostado por el fracaso de la búsqueda. El acelerador de partículas LEP, en el CERN en Ginebra, se cerró el año pasado sin haberlo encontrado. Una nueva instalación, el LHC, tomará el relevo en ese mismo laboratorio en 2007.

De momento, Hawking no ha querido entrar en el debate. 'Estoy sorprendido por la profundidad del resentimiento de Higgs. Me gustaría que se pudiera discutir de temas científicos sin llegar a los ataques personales', ha declarado.

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