La ira de papá Williams
El padre de Serena, acosada por un hombre, dice que si alguien hace daño a su hija le matará
Ausente en los torneos de Roland Garros y Wimbledon, Richard Williams, el padre de Venus y Serena, hizo su reaparición en el Open de Estados Unidos y recuperó el tono habitual de sus declaraciones. Mientras sus hijas siguen adelante sin problemas en el torneo, Richard se pasea por Flushing Meadows y no tiene reparos en responder a cualquier pregunta. Ayer, otro día lluvioso que retrasó el programa, le hablaron del alemán Albretch Stromeyer, el hombre que persigue y acosa a Serena por todo el mundo, y no se anduvo por las ramas: '¿Algo podría impedir que matara a este personaje si hiciera algún daño a una de mis dos hijas?'.
Stromeyer, de 34 años, fue detenido el viernes en los alrededores de Flushing Meadows por haberse acercado excesivamente a Serena Williams cuando un juez británico se lo había prohibido con ocasión de la última cita de Wimbledon. Le pusieron una fianza de 3.000 dólares y una multa de otros 1.000 y le mantendrán retenido hasta el jueves, cuando comparecerá ante el tribunal. Serena confesó el domingo que ha empezado a tomarse en serio todo este asunto. Pero luego modificó el tono de sus declaraciones e intentó restarle importancia. Su padre, sin embargo, insistió. 'En algún momento algo realmente trágico puede ocurrir', dijo; 'y, si les ocurre algo a mis hijas, no creo que toda la policía pudiera frenarme'.
Sin embargo, al margen de este episodio, Richard recuperó en declaraciones a la revista Inside Tennis algunos de los temas más recurrentes de su largo historial mediático. Incidió en el racismo que existe en Estados Unidos y que, según él, se manifiesta cuando todos se refieren a sus hijas como afroamericanas y no como ciudadanas estadounidenses. 'Yo no veo a Tiger Woods como a un afroamericano. Para mí, es un americano', afirma; 'la cuestión que hay que plantearse es si los negros en América son tratados como americanos. La respuesta es no'.
Tomado como un loco al principio, cuando anunció que sus hijas iban a dominar el tenis mundial, Richard se permite ahora dar lecciones a algunas de las mejores jugadoras. Al ser preguntado sobre el bajo momento de Jennifer Capriati, responde: 'Si escuchase los consejos de su padre, las cosas le irían mejor. Él sabe de tenis'. Y luego, sobre unas manifestaciones de Amelie Mauresmo en las que dejaba entrever que los partidos entre Venus y Serena eran amañados por su padre, asevera: 'Yo quizás sentiría lo mismo si perdiera siempre contra mis hijas. Pero, si quiere sentirse mejor, sólo tiene que hablar conmigo y pedirme que, como ya he hecho a dos campeonas, trabaje con ella. Mejoraría mucho'.
Su regreso al circuito ha vuelto a encender la polémica. Capriati le responde que se meta en sus asuntos y que es una persona irrespetuosa y sin clase. 'No tengo clase, pero sí mucho dinero', replica Richard. Lo malo es que ahora que todas sus predicciones se han cumplido no hay quien pueda taparle la boca: 'Para mí no es una sorpresa que mis hijas sean la número uno y la dos. Siempre pensé que la mayor rival de Venus sería Serena. La gente se lo tomó a broma. Pero...' Su última verdad es que Venus y Serena disputarán la final de este Open tras haber jugado ya las de Roland Garros y Wimbledon: 'Es mi pronóstico'.
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