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Medio centenar de ayuntamientos vascos no han aprobado aún los presupuestos de 2002

La mayoría de los incumplimientos se dan en municipios con menos de mil habitantes

Mikel Ormazabal

Ayuntamientos como Bilbao, Barakaldo, Galdakao, Llodio y Orio tienen aún sin aprobar sus presupuestos para este ejercicio. En idéntica situación se encuentra medio centenar de municipios vascos, una quinta parte del total -31 en Vizcaya, 17 en Guipúzcoa y al menos uno en Álava-, cuando la legislación exige aprobarlas antes del 31 de diciembre del siguiente anterior. A pesar de los destacados ejemplos de incumplimientos reseñados, la mayoría de los ayuntamientos sin presupuesto renovado corresponde a localidades con menos de mil habitantes.

La fuerte división política que vive el País Vasco ha tenido mucho que ver en las dificultades que algunos ayuntamientos han tenido para sacar adelante sus presupuestos. Es el caso de Bilbao, que no ha aprobado unos presupuestos desde 1999 por la incapacidad del equipo de gobierno para conseguir la mayoría suficiente. Este año, a diferencia de los ejercicios precedentes de esta legislatura, el alcalde peneuvista, Iñaki Azkuna, decidió presentar su proyecto, que finalmente no prosperó. Las cuentas del equipo de gobierno fueron devueltas con los votos de toda la oposición (PP, PSE, IU y Batasuna), por lo que este Consistorio funcionará este curso con otra prórroga de las cuentas de 1999 y los créditos adicionales, y Azkuna puede acabar su mandato sin aprobar un presupuesto propio en cuatro años.

Las otras dos capitales vascas, en cambio, lograron pasar este trámite. El alcalde vitoriano, Alfonso Alonso, del PP, que también gobierna en minoría, negoció con los socialistas para lograr el respaldo político suficiente y aprobar las cuentas, con retraso, en pleno mes de julio. En San Sebastián, el debate se celebró en diciembre pasado por un empeño especial del alcalde, el socialista Odón Elorza, por aprobar las cuentas antes de acabar aquel ejercicio. El pleno donostiarra sacó adelante el documento económico en enero, cuando todavía estaban gobernando juntos el PSE y el PP.

Otro caso muy significativo es el de Getxo, donde el PNV gobierna con minoría. Sin embargo, la abstención del edil socialista Joseba Markina propició a finales de julio la aprobación de los presupuestos locales, lo que generó un fuerte descontento en las filas del PP, cuya portavoz, Marisa Arrúe, llegó a pedir explicación a la dirección del PSE acerca de la actitud de Markina. Santurtzi tampoco ha salvado el trámite presupuestario. Desde la ruptura a mediados de 2000 del pacto de gestión que mantenía el PSE con IU y EA, la corporación no ha conseguido renovar sus cuentas. En un situación semejante se encuentran en Vizcaya las localidades de Bakio, Basauri, Galdakao, Muskiz, Sestao, Aulestia, Barrika, Berriatua, Busturia, Ea, Elantxobe, Garai, Hispaster, Musika, Orozko, Sukarrieta, Abadiño, Amoroto, Atxondo, Carranza, Laukiz, Mundata, Murueta, Otxandio, Sopuerta y Zaratamo.

Presupuestos de la oposición

En Guipúzcoa, el Ayuntamiento de Andoain protagonizó un hecho poco frecuente cuando los partidos de la oposición PNV-EA y PSE lograron aprobar un presupuesto alternativo al proyecto presentado por Batasuna, que gobierna sólo y en minoría. El pacto económico entre nacionalistas y socialistas (el PP se abstuvo) consiguió que la formación independentista tenga que gestionar un presupuesto diseñado por la oposición.

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Especialmente crítica es la situación de Ormaiztegi, en plena crisis municipal después de que su alcalde, Iñaki Maiora, del PNV, haya sido desautorizado por la junta municipal de su partido. Las deterioradas relaciones entre los miembros del equipo de gobierno por la actitud autoritaria del regidor ha provocado una paralización casi total de la actividad consistorial, pues Maiora no ha convocado un pleno extraordinario desde julio del año pasado.

En cambio, otro ayuntamiento convulso, el de Urnieta, sí tiene presupuestos. Ha esperado hasta agosto para aprobarlos, pese a que el PNV gobierna con mayoría absoluta. La crisis abierta tras la dimisión de la anterior alcaldesa por la fracasada venta de Urnietatel y las denuncias de la oposición por la comisión de irregularidades urbanísticas graves han influido claramente en este retraso.

Gran parte de los municipios guipuzcoanos sin las cuentas aprobadas están enclavados en la comarca de Tolosa y sus alrededores. La mayoría están regidos por Batasuna y cuentan con menos de mil habitantes, como Alkiza, Beizama, Belauntza, Zerain, Amezketa, Anoeta, Berastegi, Bidegoian, Elgeta, Itsasondo, Mutiloa, Baliarrain, Orexa, Orendain o Lizartza.

En Álava, el segundo ayuntamiento en importancia, Llodio, tampoco ha renovado los presupuestos. El equipo de gobierno, formado por Batasuna y EA, presentó en julio su proyecto presupuestario, que fue devuelto con los votos de los grupos restantes (PNV, PP y PSE).

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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