Diálogos con fray Luis
Manuel Fernández Álvarez ha tenido siempre la rara virtud entre los historiadores españoles de narrar a la anglosajona. Es decir, este ya octogenario catedrático de Historia Moderna -con unos últimos años de fama y de popularidad- cuenta la historia con una dosificada mezcla de rigor y de divulgación. Considerado uno de los mejores especialistas en el siglo XVI español, Fernández Álvarez ha pasado años de su vida en los archivos, entre legajos y cartas, pero su pasión por la literatura le ha permitido tejer un tipo de relato histórico donde describe, sin olvidar el factor humano, el lujo de los palacios y las miserias de las tabernas. El interés de los españoles por su historia, ha convertido a Fernández Álvarez en un impresionante best seller que ha vendido decenas de miles de ejemplares de sus magníficas biografías de Felipe II, Carlos V, Juana la Loca y Melchor de Jovellanos. Tampoco resulta ajena a su éxito entre los lectores la actitud crítica de este historiador que huye de las visiones tópicas y que, en el caso de su ensayo sobre Felipe II, se desmarca tanto de la leyenda negra como de la leyenda rosa que han planeado sobre el monarca.
EL FRAILE Y LA INQUISICIÓN
Manuel Fernández Álvarez Espasa Calpe. Madrid, 2002 328 páginas. 19,50 euros
Esta suerte de pedagogía aparece en El fraile y la Inquisición, último libro del catedrático de Salamanca que repasa la figura de fray Luis, uno de los personajes más implicados con esta ciudad castellana. Fernández Álvarez traza una biografía del religioso agustino a través de unos llamados diálogos luisianos que mantiene con su amigo Julián en sus viajes por Castilla en pos de fray Luis. A la manera peripatética, el autor va ilustrando a su compañero de ruta sobre los paisajes, las gestas y las andanzas de fray Luis de León. Y una vez más, Fernández Álvarez coloca al biografiado en primer plano, mientras el plano general está ocupado por la España del XVI. Valga como ejemplo esta descripción del cautiverio del fraile agustino: 'Te puedes imaginar la angustia de fray Luis de León, en aquella larga prisión suya, de casi cinco años, temiendo que en cualquier momento se abrieran las puertas de su prisión y los verdugos le sacaran para aplicarle los más endiablados tormentos; porque ten por seguro que los de la Inquisición no le iban a la zaga de los empleados por la justicia ordinaria'. Personaje y época se dan la mano en esta aportación a la comprensión del siglo XVI español.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.