Un falso rumor atrae hacia Barcelona a cientos de inmigrantes
Los extranjeros colapsan la central de Correos en busca de documentación
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De nuevo, un falso rumor está atrayendo hacia Barcelona a cientos de inmigrantes llegados de toda España, convencidos de que en esta ciudad les será más fácil conseguir un permiso de residencia. Centenares de extranjeros colapsaron ayer la oficina central de Correos después que 'un amigo' les asegurara que allí les facilitarían su regularización. El rumor contrasta con la posición de Delegación del Gobierno: 'No habrá más regularizaciones'.
Los inmigrantes se niegan a creer a la Delegación del Gobierno. Con una fe ciega y sin importarle esperar más de ocho horas para enviar una simple carta certificada, Omar N'djoui, un senegalés de 22 años, se marchó ayer contento de la oficina de Correos. Había logrado enviar su solicitud a la Delegación del Gobierno, previo pago de casi tres euros, por correo certificado.
Menos suerte tuvo Mohamed, un chaval de 17 años que, tras venir expresamente desde Manresa y llevar casi dos años fuera de su casa en Marruecos, se quedó en la puerta. La policía le echó de la sala de espera después de que los nervios de algunos inmigrantes desembocaran en una pequeña pelea. Otros inmigrantes, llegados desde Cuenca o Valencia, también fueron expulsados.
Nadie sabe de dónde salió el rumor ni por qué; aunque existen 35 oficinas de Correos sólo en Barcelona, fue precisamente la más cercana a la Delegación del Gobierno la que sufrió el colapso. Aunque la afluencia de inmigrantes a esta oficina ha ido en aumento desde el pasado 15 de agosto, la situación de ayer superó todo lo visto hasta ahora.
Todo era un inmenso caos. A media mañana la escalinata de acceso a la oficina se encontraba colapsada por un centenar de inmigrantes que no lograban acceder al interior del edificio, donde ya aguardaban más de 300 personas. Cinco ventanillas y otros tantos funcionarios no daban abasto. El enfado, generalizado; la desesperación, en aumento.
Incluso el principal responsable de la oficina, que pidió no ser identificado, intentaba poner orden a pie de obra en medio de la sala de espera. 'Pero, por favor, ¿no ven que les han engañado? ¡No pueden estar aquí todo el día para enviar una simple carta, Barcelona está llena de oficinas de correos sin colas!'. Ni caso.
Intervención policial
Llegado a este punto, el responsable no dudó en coger el sobre con la solicitud de residencia de algunos inmigrantes para explicarles que los que no residían en Barcelona podían regresar a su ciudad de origen y enviar desde allí sus documentos a la Delegación del Gobierno. 'Será más efectivo', recordaba el esforzado empleado una y otra vez.
La policía no fue tan instructiva. Cuando la oficina acabó de colapsarse, pasado el mediodía, una decena de agentes disolvieron con más de un empujón y a gritos las colas que no estaban bien formadas. '¡De uno en uno, os he dicho!'. Otro agente más dialogante intentaba explicar, fuera de la oficina, que dentro ya no cabía nadie más. 'Esperen su turno en la calle, por favor'. Y la calle comenzó a llenarse de gente hasta el punto de que en menos de media hora, unas 200 personas esperaban bajo el sol del mediodía rodeando el edificio.
Los inmigrantes se quejaban de que en la Delegación del Gobierno, a escasos 200 metros de la oficina, no se les permite ahora presentar sus solicitudes, un trámite que sí podían realizar hasta el pasado enero. Ahora, los inmigrantes sólo pueden ponerse en contacto con la Delegación del Gobierno a través de un teléfono de información.
Esta medida fue tomada después de la entrada en vigor, el pasado enero, del acuerdo del Consejo de Ministros que anuló la vía ordinaria de regularización de inmigrantes. Esto significa que la única forma de conseguir la residencia en España si no se tiene aquí a ningún familiar directo es por medio de los polémicos contingentes. Los trámites, sin embargo, deben realizarse desde el país de origen y nunca dentro de España.
Un portavoz de la Delegación del Gobierno negó ayer cualquier responsabilidad de esta institución en el colapso de Correos. 'Se trata de un rumor intencionado de alguien que quiere ganar dinero a costa de los inmigrantes', afirmó.
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