Ricardo Bofill se ofrece para recuperar el edificio de la Universidad de Comillas

El arquitecto catalán Ricardo Bofill ha pasado unos días en Comillas y ha comprobado el lamentable estado del, según él, 'emblemático' edificio de la Universidad Pontificia, propiedad de Caja Cantabria y en estado de abandono. Bofill ha querido implicarse en la polémica que enfrenta a los dueños y al Gobierno regional, por un lado, que quieren convertirlo en un hotel de lujo, y a asociaciones del pueblo y la región, por otro, que prefieren que vuelva a ser un foco de actividades docentes y culturales, algo en lo que se han mostrado interesadas universidades como la Menéndez Pelayo, la UNED o la Complutense y organismos como el Instituto Cervantes. Bofill se mostró dispuesto a participar en la segunda opción, y lamentó el estado en que se encuentra el edificio modernista construido a finales del siglo XIX por los arquitectos Montaner y Domènech. 'Es evidente que esto hay que solucionarlo cuanto antes. Este lugar puede desempeñar un papel preponderante en las señas de identidad de Cantabria y puede ofrecer grandes beneficios culturales, sociales y económicos al pueblo comillano si se le da un uso docente y cultural y se implica a empresas', afirmó. A su juicio, la rehabilitación no tendría 'grandes complicaciones' y podría ser utilizada en 'funciones polivalentes durante todo el año que aportarían constante vitalidad a la villa cántabra, tan ligada a Cataluña por lazos artísticos', destacó.