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Entrevista:FRANCISCO DE OÑA | VICEPRESIDENTE DEL GRUPO mF

'Queda raro que una caja deba emitir desde las Seychelles'

'Las participaciones preferentes deberían lanzarse desde el mercado español'

En poco más de un año se ha producido la integración de los mercados de renta fija y futuros, así como el sistema de negociación de la deuda pública. Francisco de Oña, vicepresidente ejecutivo de este holding de Mercados Financieros (Grupo mF) y pieza fundamental de esa triple alianza, asegura que el modelo de unificación 'muy global' escogido para este conglomerado ha funcionado a la perfección. Después de diez años en las cajas de ahorro y otros diez en el Banco Santander, durante su mandato como presidente de AIAF Mercado de Renta Fija, se ha multiplicado por cinco la financiación a empresas, bancos y cajas a través de títulos de deuda. De Oña reivindica un cambio en la normativa de las participaciones preferentes, títulos de renta fija con carácter perpetuo y que dan un tipo de interés anual siempre que la empresa tenga beneficios. Aconseja que se emitan desde España y no en el extranjero.

'La renta fija está cumpliendo su función. Ha coincidido con las menores necesidades de emisión de títulos por parte del Estado'
'Hemos propuesto que se modifique la figura de las participaciones preferentes, que se cambien algunas de las fórmulas de emisión'
'Nuestras comisiones, las de registro, son muy bajas, y las que aplican bancos y cajas son muy similares a las de la deuda pública'

Pregunta. ¿Puede el inversor particular comprar deuda privada o tiene que hacerlo mediante los intermediarios del mercado?

Respuesta. Al igual que ocurre con la renta variable, el particular debe comprar deuda corporativa a través de los miembros del mercado, que son bancos y cajas. Existe la creencia de que la renta fija es sólo para grandes operaciones, pero no es así. De las 273.000 transacciones llevadas a cabo el pasado año, el 35% no llega a los 6.000 euros y el 25% se hizo por un montante entre los 6.000 y los 15.000 euros. También es cierto que el 20% de las operaciones se hacen por volúmenes mucho mayores.

P. ¿Las comisiones que se aplican son asequibles?

R. A diferencia del mercado bursátil, donde los precios están delimitados, en renta fija no existen precios únicos, debido al número enorme de valores diferentes que hay emitidos en cada plazo. Más que con las comisiones, los miembros del mercado juegan con las diferencias de precios entre los distintos activos. Como organismo rector, AIAF no entra en la cuestión de las comisiones. Las que dependen de nosotros, las de registro, son muy bajas y no creo que las que apliquen los miembros sean importantes. Son muy similares a las de la deuda pública.

P. Usted lleva como presidente del mercado de renta fija seis años. Una etapa de grandes cambios.

R. Hasta hace poco, la negociación entre los miembros del mercado era mayor que entre los clientes. Ahora, las operaciones entre estos constituyen el 77% del mercado. El abanico de activos se ha abierto respecto a la situación anterior, en la que sólo existían bonos y pagarés de empresas industriales. En 1999 se produjo el cambio fiscal que permitía a las personas jurídicas acogerse, al comprar deuda corporativa, a las mismas ventajas fiscales que tenía la deuda pública. También el papel como emisores de las empresas ha ido creciendo.

P. Háblenos de la transformación del mercado estos años.

R. El mercado lo tutelaba antes AIAF, la Asociación de Intermediarios de Activos Financieros. Hubo que transformarla en sociedad anónima, bajo el modelo del mercado de valores, para lograr el desarrollo de un mercado oficial.

P. ¿Qué dificultades hubo en este camino?

R. Hasta finales de 1998 sufrimos bastante, porque la deuda pública presionaba mucho y hasta que no se aprobó la Ley de Reforma del Mercado de Valores no se produjo un tratamiento similar entre la deuda pública y la privada. Yo estaba convencido de que iba a producirse una eclosión de la renta fija y que ésta se convertiría en el relevo de la deuda pública, tarde o temprano.

P. Este mercado de deuda privada parece inmune al ciclo económico.

R. La renta fija está cumpliendo su función. Ha coincidido con las menores necesidades de emisión de títulos por parte del Estado. El año pasado cerramos con una negociación de 141.000 millones de euros y sólo en el primer cuatrimestre de este ejercicio las operaciones han alcanzado los 96.000 millones. Eso nos permite vaticinar que el mercado habrá llegado a los 250.000 millones de euros a final de año.

P. ¿Por qué tienen tanto éxito las participaciones preferentes?.

R. El Banco de Pagos Internacionales de Basilea, el supervisor mundial de la banca, ha obligado a las entidades financieras a reforzar sus recursos propios, con el objetivo de mejorar su capitalización. En 1999, vimos que dos o tres bancos nacionales emitían acciones preferentes en Nueva York, pero el resto no podía. Nos pareció claro que la solución pasaba por adecuar este producto, que en realidad es de renta fija, para que pudiera negociarse y emitirse dentro del mercado nacional.

P. ¿Fabricado fuera, pero comercializado dentro?

R. Tienen la peculiaridad de que se emiten a través de sociedades residenciadas en general en paraísos fiscales. El año pasado, unos 20 bancos, cajas y sociedades industriales emitieron cerca de 14.000 millones de euros. Son títulos que se emiten con carácter perpetuo, aunque el emisor tiene la potestad de recompra al quinto año.

P. A las cajas de ahorro estas participaciones les han venido de maravilla.

R. A diferencia de los bancos, las cajas no pueden ampliar capital. Sólo tienen dos instrumentos de fortalecimiento de recursos propios: las obligaciones subordinadas y las participaciones preferentes.

P. Se ha querido impulsar las cuotas participativas, pero parece que sin éxito.

R. Todo se debe a la imposibilidad de las cajas para ampliar capital. Se puede seguir con esta vía de las participaciones preferentes. Pero no resulta muy de recibo que la Caja de Guadalajara tenga que hacer una sociedad en las islas Seychelles para poder emitir. Queda un poco raro. Una de las cosas que estamos intentando decir es que se cambie un poquito esta normativa para eliminar esa peculiaridad. Se pueden emitir desde aquí, que sería lo más razonable.

La batalla va por la Ley Financiera. Ahí es donde está la historia, porque las cuotas participativas ya existen. El problema de este instrumento es que como las cajas tienen dependencia de las comunidades autónomas te pueden montar cualquier lío al decirte que no, que esto es competencia mía...

P. ¿Y han comunicado sus ideas a quien corresponde?

R. Lo que hemos propuesto es que se modifique un poquito la figura de las participaciones preferentes, que sirve para bancos, cajas y cualquier tipo de empresa. Que cambien alguna de las especificidades que tienen y que se deben a la forma en que se han estado utilizando. Quizá podría producirse un cambio, pero no me quiero meter en eso.

P. ¿Ha hablado con los políticos?

R. Yo he intentado explicarle a los partidos políticos que, con algunos cambios, esta podía ser una de las alternativas. He pedido que se cambien algunas de las fórmulas operativas de emisión. Pero en estos temas interviene todo el mundo al final. A mí me parece fácil hacerlo. Me parece más objetivo.

Una integración muy global de mercados

Pregunta. Hábleme de la integración de los mercados de deuda, renta fija, futuros y Bolsa, que ya está muy avanzada.

Respuesta. Comenzamos en mayo de 2000 con Senaf, la plataforma de negociación de la deuda pública. Era una sociedad que se había constituido un año antes con 70 accionistas, entre ellos los grandes brokers de la deuda . De acuerdo con el Banco de España y el Tesoro, tomamos una participación de control del 60% en esta sociedad, que negocia la deuda pública. En enero de 2001 comenzamos la negociación con Meff, que finalizó el 20 de junio con la firma del acuerdo y el 4 de julio con la ampliación de capital del holding.

P. Un proceso muy rápido.

R. Fue posible actuar de una forma más rápida porque se trataba de tres sociedades anónimas. Nuestro planteamiento era el de integrar las tres sociedades, manteniendo los tres mercados, cuyos departamentos funcionales se integrarían. Hemos unificado los departamentos de informática, comercial, mercados y los servicios generales. Esto ha aumentado nuestras capacidades para competir, ha generado sinergias, ha incrementado las capacidades de generación de nuevos productos y ha contribuido a aglutinar inteligencias. A partir de ahí, estamos preparados para lo que venga.

P. Así que los tres mercados funcionan cada uno por su cuenta y no se integran.

R. Cada uno funciona por su cuenta porque nosotros no vamos a cambiar la Ley del Mercado de Valores. Nosotros en este holding tenemos tres sociedades rectoras, que son: Meff Renta Fija, Meff Renta Variable y AIAF , y un sistema organizado de negociación, que es Senaf.

P. ¿Por qué no se ha conseguido un mercado único?

R. Porque eso es cambiar la Ley del Mercado de Valores. A mí me da igual utilizar esta fórmula que la que se ha aplicado.

P. Les podía haber quedado mejor.

R. No lo creo. Estamos muy satisfechos porque el proceso ha repercutido en unas mejores capacidades de competir y en unos resultados que esperamos que sean muy satisfactorios. Nuestro modelo era el de una integración operativa plena y es el que hemos conseguido.

P. ¿La integración de las bolsas se va a producir bajo el modelo aplicado hasta ahora?

R. Nosotros no queremos decir que se haga así. Sólo decimos que lo hemos hecho así porque era el acuerdo que teníamos con nuestros accionistas, el que hemos terminado de hacer y que nos ha ido bien.

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