_
_
_
_
Entrevista:Federico García Moliner | Físico | SABIOS

"EL DESENCUENTRO CON LA CIENCIA ES GENERALIZADO"

Miquel Alberola

Hasta principios del siglo XIX era frecuente que los físicos también fueran filósofos, biólogos. ¿La especialización ha encerrado el conocimiento en compartimientos estancos?

Respuesta. Hoy si un científico habla de arte parece un tipo raro, pero la ciencia siempre ha sido parte de la cultura. Cultura es todo lo que pensamos, sentimos, deseamos, odiamos, preferimos... todo lo que no es biológicamente heredado. Siempre ha habido científicos que se han metido en su agujero y no se han enterado de nada más, y siempre ha habido científicos a los que les ha interesado todo, aunque la tónica dominante parezca el primer caso porque las fronteras del conocimiento se han ampliado y los campos de acción se han reducido.

'Los científicos progresamos en el conocimiento en buena medida por nuestra ignorancia en filosofía'

P. ¿Usted es un hombre aislado en su propia disciplina o un hombre en interacción con todo lo que ocurre?

R. ¿Yo, aislado? ¡Y un cuerno! Me interesan muchas cosas, pero lo que pasa es que la vida es breve y sólo llegamos hasta donde podemos. Tampoco presumo de conocerlo todo, pero no me considero totalmente desconocedor de lo que está ocurriendo en el mundo en literatura, en ballet o en pintura. No digo que la ciencia sea la creación más importante de la humanidad, pero es un activo imprescindible de la sociedad moderna.

P. ¿Hay más desencuentro entre la ciencia y la sociedad o entre el Estado y la ciencia?

R. El desencuentro es generalizado. El ejercicio más estéril es buscar culpables: es un problema entre todos, sociedad, científicos y quien nos gobierna. Incluso los medios de comunicación, que son creadores de opinión y pueden hacer que la gente se interese por determinadas cuestiones. Cuando la televisión habla del mundo de la cultura, uno puede encontrar desde una folclórica a Ramoncín, pero nunca a un científico. Y cuando hay una alusión a los intelectuales, tampoco, o casi. Hay que renegociar el contrato de la ciencia con la sociedad entre todos. El desencuentro con el Estado es una consecuencia natural, dado el clima.

P. El sistema productivo sí que recurre cada día más al conocimiento, ¿no?

R. Sí, en términos generales, aunque la trayectoria no es muy brillante. Cuando la ciencia no está incorporada en los postulados de la cultura, no existe el hábito del recurso al conocimiento. Ésta es la situación en España, pese a que la ciencia y la tecnología científica, en cuanto a calidad, es homologable al nivel internacional. Lo que pasa es que hay mucha menos ciencia en cantidad de la que debería. Pero quiero aclarar que la tecnología no es subsidiaria de la ciencia: son culturas diferentes. La ciencia, hasta hace casi nada, ha hecho relativamente poco por la técnica.

P. Arquímedes hacía tornillos y palancas.

R. Pero los hacía más porque era Arquímedes que por la base científica que pudiera tener. Ahora hemos entrado en una etapa de la historia de la humanidad en que la ciencia ha progresado tanto que sus posibles aplicaciones tecnológicas son fabulosas. Ahora hay una unión efectiva entre ciencia y técnica, que es un producto de la segunda revolución científica.

P. ¿Por qué se fue de España?

R. Me fui siempre con la idea de volver, porque España no existía en mi campo. Hubo un bache tras la Guerra Civil, aunque hay que reconocer que el régimen de Franco puso las bases del desarrollo científico: necesitaba justificarse y demostrar a Italia y Alemania, sus amigos, que tenía una ciencia muy avanzada.

P. ¿La física no ha ayudado más a la guerra que a la paz?

R. El trabajo de los científicos consiste en generar conocimiento nuevo, pero su uso práctico son otros quienes lo deciden. La física nuclear hizo posible que se fabricara la bomba nuclear, pero quienes decidieron que se fabricara no fueron los físicos. Quien decidió que había que soltarlas sobre Hiroshima y Nagasaki no fueron los físicos: había un clamor entre los científicos para que no se hiciera.

P. ¿Qué piensa un físico de la metafísica?

R. La inmensa mayoría de físicos somos vastamente ignorantes en filosofía, pero en cierto modo el bendito atrevimiento de la ignorancia es lo que hace que muchas veces hagamos la ciencia que hacemos. Los científicos progresamos en el conocimiento, en buena medida por nuestra ignorancia en filosofía, porque si tuviéramos que poner a punto todas las bases epistemológicas, lógicas, ontológicas, metafísicas..., nunca llegaríamos a hacer nuestro trabajo. ¿Por qué? Porque la vida es breve.

DOBLE FILO

Federico García Moliner (Burriana, Castellón, 1930) es el creador de la Escuela Española de Física en Estado Sólido. Su disciplina es un arma de doble filo que puede hacer mucho bien y mucho daño; quizá por eso se enroló en Pugwash, el movimiento de científicos por la paz, y presta todo su esfuerzo a la Universidad Europea de la Paz. Está convencido de que el mundo sería un poco peor si no se diese la cara demostrando actitudes como en el manifiesto de El Escorial. Lleva casi siempre una corbata de lazo y prefiere los políticos con sensibilidad científica a los científicos con sensibilidad política, 'porque son más necesarios', aunque él mismo tuvo inquietudes políticas ('una genuina preocupación por la cosa pública') y las encauzó a través del Foro de Eduardo Punset, 'una plataforma sin catecismo básico'. Estuvo tres años en Cambridge y luego pasó a Estados Unidos 'por el efecto imperio', pero quiso volver. Sus trabajos en problemas de superficies e intercaras sólidas y fluidas, así como su labor en distintos campos de la física en estado sólido, le hicieron acreedor del Premio Príncipe de Asturias en 1992.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_