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Aste Nagusia
Columna
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Adiós al Gas tras 15 años

En próximas ediciones de la Aste Nagusia, los despistados que se acerquen a la conocida y concurrida plaza del Gas con intención de disfrutar con la música en directo pueden sorprenderse al encontrar en cambio frontones y bloques de viviendas a la sombra de las barracas instaladas en Etxebarria. El escenario que desde 1988 ha sido reservado a los conciertos dirigidos al público más joven va a ser desmantelado.

Si se cumplen los planes municipales, las canciones de Michael Prophet, Tena Stelin, Loud & Lone y The Sound Dealers, que actuarán el próximo sábado, serán las últimas que suenen en la explanada situada sobre la antigua fábrica municipal de gas, próxima al Ayuntamiento. Ellos serán los últimos artistas que expriman sus instrumentos en un escenario que también ha sido testigo de la puesta en escena de Pablo Milanés, Georges Moustaki o Henry Rollins.

Las aglomeraciones provocadas en el pasado por la presencia de músicos como Fermin Muguruza, quien dio en el Gas su primer concierto para una institución, contrastan en la memoria con el aspecto desolado que presentaba la plaza en las primeras ediciones del Bilbao Dance Club Festival. Estos casos representan la cara y la cruz de un auditorio al aire libre ubicado en situación estratégica, prácticamente en el corazón de la fiesta. Y es que entre sus ventajas se encuentra su localización bajo las barracas del parque de Etxebarria y a un paso de El Arenal, zonas donde la multitud se concentra para disfrutar con muestras de teatro callejero, comprar a vendedores ambulantes, ver los fuegos artificiales o agolparse en las txosnas. También hay quien alaba la singularidad de un anfiteatro natural que permite seguir las actuaciones sentado o tumbado sobre la hierba, bajo las luces de las atracciones de feria más espectaculares.

Existen, pues, motivos para entristecerse por la desaparición de un escenario entrañable. Aunque los defensores de su reurbanización pueden esgrimir el inconveniente de que su aforo, estimado entre 12.000 y 15.000 espectadores, puede quedarse ocasionalmente pequeño, no sólo para los artistas internacionales de más renombre (como Simple Minds, cuya actuación tuvo lugar el sábado en Abandoibarra), sino también para los grupos locales con más predicamento. Fue el caso de los bilbaínos Platero y Tú, que el pasado año abarrotaron el recinto horas después de que el mismísimo Manu Chao fracasara en el intento.

Aunque el principal argumento de los responsables municipales para dejar el Gas. El talón de Aquiles del emplazamiento es tener como único acceso la estrecha calle Quintana, donde podría originarse un tapón humano en el caso de una evacuación de emergencia o avalancha. Esta hipótesis, reforzada por el deseo de descentralizar los festejos, invita a su abandono.

Una explanada al comienzo de Zorrozaurre y otra ubicada en Miraflores, y prevista en principio para acoger un campo de fútbol, se encuentran entre las alternativas que se barajan ahora para acoger en el futuro las actuaciones de pop y rock incluidas en el programa de la Aste Nagusia. La zona de Abandoibarra quedaría en la recámara como recurso para actuaciones extraordinarias, nunca como escenario permanente para las fiestas.

APUNTE

Un concierto de música 'reggae' despedirá, el sábado, a la plaza del Gas como escenario festivo. Condición que ostenta desde 1988, cuando se trasladaron a ella los conciertos más multitudinarios y aquellos dirigidos al público joven

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