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Babcock despeja su futuro con el encargo de dos centrales eléctricas

La firma asturiana ha subcontratado a Borsig la ingeniería de las dos centrales para Endesa

La consecución de estos contratos supone un gran alivio para la empresa de bienes de equipo de Trapagaran, ya que la compañía matriz, Babcock Borsig Alemania, presentó suspensión de pagos el pasado mes de julio y puso en peligro los encargos. Endesa adjudicó el año pasado al consorcio compuesto por Babcock Borsig Alemania y la empresa asturiana Duro Felguera la construcción de las dos centrales por un importe de 300 millones de euros. La suspensión de pagos de la matriz alemana ha llevado a Endesa a deshacer el compromiso con Babcock y conceder la adjudicación en exclusiva a Duro Felguera. Ahora, ha sido esta empresa quien ha subcontratado a la antigua Babcock Wilcox la construcción de algunos elementos de las dos centrales.

Los reponsables de Babcock se han mostrado muy satisfechos con los pedidos porque suponen 'una gran estabilidad para la empresa', tras temerse que la suspensión de pagos del grupo podría dejarles sin unos encargos vitales tras tenerlos adjudicados.

Duro Felguera comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la firma de los contratos con Endesa para la construcción de las dos centrales de ciclo combinado en Mallorca y Gran Canaria. Los contratos sustituyen a la adjudicación que la eléctrica hizo en su día al consorcio que formaron Duro Felguera y Babcock Borsig Alemania para optar al concurso. Aunque la suspensión de pagos del grupo ha introducido incertidumbre en la filial española, estos dos pedidos y las recientes declaraciones de la multinacional garantizando que mantendrá los 650 puestos de trabajo de sus plantas en España han permitido tranquilizar los ánimos.

La historia reciente de Babcock Borsig España, la antigua Babcock & Wilcox, comienza nueve meses atrás, cuando la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) vendió la empresa pública a Babcock Borsig Alemania. Esta operación le costó al Estado 1.274 millones de euros. Por su parte, la multinacional alemana se comprometió a mantener la plantilla durante cinco años y a realizar transferencias de tecnología y a invertir 135,23 millones de euros durante ese periodo.

La compañía española quería extender su radio de acción por la Península Ibérica, Norte de África y Latinoamérica. Para ello pretendía ofertar centrales de ciclo combinado de pequeño y mediano tamaño, plantas de cogeneración y plantas de tratamiento de residuos.

A la hora de privatizar, la SEPI se guió por el objetivo de encontrar un socio tecnológico y con capacidad financiera, valoraciones que quedaron en el aire cuando la multinacional alemana presentó suspensiòn de pagos. Sin embargo, los gestores en España han lanzado en diversas ocasiones mensajes de tranquilidad al asegurar que la firma se encuentra en buenas condiciones y que los problemas en Alemania tienen un carácter temporal.

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De momento, la matriz está obligada a presentar antes del próximo mes de octubre el plan de viabilidad

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