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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los problemas del Virgen de Atocha

El colegio concertado Virgen de Atocha es el único centro concertado de la zona de Retiro al que este año se le ha denegado la solicitud de aumento del ratio de alumnos por clase. La normativa aprobada por el PP en materia de educación posibilita que con total discrecionalidad pueda la Consejería de Educación conceder o denegar aumento de ratio vulnerando principios constitucionales, olvidando que la ley y las normas que rigen el acceso de educación infantil, a primaria en un centro concertado son iguales para todos. Argumentan que la oferta de puestos escolares sostenidos con fondos públicos en la zona de influencia es suficiente para garantizar la plena escolarización a los seis años, lo cual se contradice con la creación de unidades nuevas en dos colegios públicos, uno de los cuales ni siquiera está en la referida zona.

Algo ha cambiado, y la política educativa queda a expensas de los objetivos políticos de cada momento, pero lo que está en juego es la posibilidad de que nuestros hijos puedan acceder al colegio que hemos elegido para ellos, que se den las mismas oportunidades que en años anteriores han tenido otros niños.

Nuestros hijos tienen los mismos puntos que la gran mayoría de los niños admitidos, pero vestida de aparente equidad, la normativa de 2002, además, establece como criterio de desempate la menor renta per cápita, documentación cuya fehaciencia debe ser controlada y tutelada, dada su importancia por la Comisión de Escolarización y por la Administración, algo que se ha omitido respecto al citado centro, viciándose por ello el proceso de admisión y desempate.

Ante estas reclamaciones, la Comisión de Escolarización número 5 no se ha manifestado, pues está de vacaciones, y la Consejería de Educación y la Dirección del Área Territorial permanecen impasibles, como el Gobierno ante tantas y tantas demandas sociales. El tiempo apremia, no es momento de alardes prepotentes; es hora de hacer justicia y subsanar errores para evitar así males mayores.

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